¿Sabías que casi la mitad de las lesiones en los ojos no ocurren en lugares de trabajo o en zonas industriales, sino en el hogar? ¿O que el 90 por ciento de esos accidentes se podría haber evitado con una protección adecuada? Por eso es tan importante cuidarse para impedir que se produzcan daños que pueden tener consecuencias serias en los ojos y hasta provocar la pérdida de la visión.
A veces, son los accidentes más pequeños los que provocan los mayores daños, y en muchas oportunidades ocurren en el hogar, durante incidentes que podrían haberse evitado. Golpearse un dedo del pie con la pata de algún mueble, resbalarse en la bañera y quemarse en la cocina son sólo algunos ejemplos de una lista que podría ser larguísima y de la cual los ojos no están exentos.
Según datos de la Academia Americana de Oftalmología y la Sociedad Americana de Trauma Ocular, tomados de una encuesta a nivel nacional en Estados Unidos, más del 40 por ciento de las lesiones en los ojos fueron producidas mientras las personas hacían tareas en el hogar, el jardín y la cocina. ¿Haciendo qué, por ejemplo? Pues ocupaciones de lo más sencillas, cotidianas y necesarias, como freír comida o limpiar con cloro.
La lista podría ser larga y variada, aquí sólo te contamos algunas de las situaciones habituales que esconden los riesgos que suelen pasar desapercibidos, pero que se pueden disminuir con los cuidados apropiados:
- Si estás usando aceite muy caliente para freír, basta con que se salpiquen algunas gotitas hirviendo en tu cara y entren en uno de tus ojos para afectarlo seriamente.
- Si estás limpiando algo con productos químicos irritantes -como el cloro, el limpiador del horno, disolventes o limpiadores de piscinas- y se salpican en tus ojos, también puede ser muy peligroso.
- Si estás abriendo una botella de vino espumante, sidra o champán y el corcho sale volando, puede ser como un proyectil si llega a alguno de tus ojos.
- Si al cortar la hierba del jardín o podar las plantas saltan ramas o piedras sueltas, también son como proyectiles que pueden lastimar tus ojos.
- Si trabajas en el garaje con herramientas que producen fragmentos o partículas de polvo (sierras, lijadoras o taladros), alguna de ellas puede saltar y lesionar tus ojos.
- Si al caerte o tropezarte con los muebles o las alfombras te golpeas en los ojos, por supuesto que es peligroso.
La buena noticia es que todo esto puede evitarse usando la protección correcta que, en general, consiste en usar gafas especiales de acuerdo a cada actividad. Por ejemplo, la Academia Norteamericana de Oftalmología, recomienda usar gafas protectoras al hacer reparaciones caseras, al usar productos químicos para la limpieza y hasta cuando los niños preparan proyectos escolares en los que están en contacto con pegamentos y pinturas que accidentalmente puedan entrar al ojo, al restregarse la cara con las manos sucias.
Otros cuidados que pueden ayudarte a ti y a tu familia son:
- Lee las etiquetas de los limpiadores y los químicos para saber cómo usarlos apropiadamente. Usa gafas y guantes protectores al aplicarlos y no mezcles productos, para evitar reacciones que puedan ser peligrosas también para tu piel y tus pulmones.
- Asegura las alfombras para evitar caídas.
- Ten cuidado con los objetos puntiagudos (como cuchillos y tijeras), así como con los extremos de los muebles en punta, especialmente si en el hogar hay niños y ancianos.
- Antes de cortar el césped, retira las piedras o cualquier tipo de basura que pueda saltar, convirtiéndose en un proyectil.
- Al usar una botella con aerosol, asegúrate que la boquilla apunte en dirección contraria a ti.
- Ten cuidado al freír. Si no tienes un protector para la grasa, para usar sobre la sartén, usa gafas de seguridad mientras lo haces.
- En las fiestas, evita el uso de fuegos artificiales en casa. Mejor disfruta del festejo pirotécnico de tu municipalidad.
¿No es tan difícil, verdad? Una buena idea es tener gafas por todas las habitaciones en donde puedes necesitarlas, así las tendrás siempre a mano. Además, ten en cuenta que a veces no basta con que se proteja quien está haciendo la actividad sino que también es necesario que lo hagan todos los que están a su alrededor.
Muchas veces los niños observan a sus padres mientras hacen alguna reparación casera u otra labor y, de ese modo, también ellos están en peligro de lesionarse. En esos casos, haz que se mantengan a una buena distancia o que también usen gafas protectoras.
Explícales a otros miembros de tu familia los riesgos que corren y anímalos a cuidar sus ojos cada vez que sea necesario, para que todos puedan seguir disfrutando sus actividades de manera segura.
Publicación original: 2015
Ultima revisión: 2020
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