Cuando alguien es diagnosticado con depresión, existe la opción de tratarlo con psicoterapia o terapia hablada y medicamentos para la depresión. La decisión en cuanto a cuál es el tratamiento adecuado para el paciente, la toma el especialista que lo trata. Sin embargo, ahora existe un mecanismo para medir con precisión a cuál de los dos tratamientos responderá mejor una persona con depresión.
Digamos que existe una persona A y una persona B. A las dos, las han diagnosticado con depresión. El tratamiento para aliviar los síntomas de la depresión incluye psicoterapia, tomar medicamentos antidepresivos o una combinación de los dos. ¿Cómo se puede saber cuál funcionará mejor en cada paciente?
Más allá del juicio del psiquiatra que trate a la persona deprimida, ahora existe un nuevo mecanismo que da una respuesta más específica y objetiva acerca de quién responde mejor a la psicoterapia y/o a los medicamentos. Se trata de un escáner cerebral con tomografía de emisión de positrones (PET) que gracias a la actividad cerebral de un biomarcador (o sea, un indicador cuantificable (que se puede medir) de un proceso biológico), puede determinar cómo reaccionará un paciente deprimido a cualquiera de estos dos tratamientos.
Esto lo descubrieron un grupo de investigadores de la Universidad de Emory en Estados Unidos y el trabajo salió publicado en la revista JAMA Psychiatry. Según lo que observaron estos investigadores en 63 pacientes deprimidos, la actividad de una área específica del cerebro podría predecir los resultados de los dos tratamientos que existen para la depresión, específicamente, la terapia cognitivo-conductual (TCC) o el uso de medicamentos inhibidores de la recaptación específica de serotonina (ISRS).
Los investigadores observaron que si antes de recibir tratamiento, la actividad cerebral de un paciente era baja en la zona delantera de una área localizada en el lado derecho del cerebro llamada ínsula, indicaba una mayor probabilidad de que respondería mejor a la psicoterapia (TCC) y que tendría una respuesta mala a los medicamentos. Por otro lado, cuando había mayor actividad en la ínsula, se pudo predecir que el paciente podría responder mejor a los medicamentos y no tanto a la psicoterapia.
Si se hace un seguimiento a estos resultados y se estudian a profundidad, es muy probable que la exploración de la ínsula se convierta en una herramienta indispensable para lograr ofrecer un tratamiento eficaz a las personas que sufren de depresión.
Hasta ahora, los tratamientos se recomiendan según el análisis que el psiquiatra hace de cada paciente, pero es cuestión de probar si funciona un tratamiento y a veces si funciona y a veces no. Así, si el paciente A del que hablamos al principio con psicoterapia y sus síntomas no mejoran, el médico le recomendará medicamentos y viceversa.
Por eso, este nuevo hallazgo es una excelente noticia porque brinda una herramienta precisa para poder darle un tratamiento personalizado y efectivo a quienes padecen de depresión.
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