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  • El tiempo que transcurre desde los primeros síntomas del infarto es fundamental para evitar un daño que pueda poner en peligro la vida, por eso actuar con rapidez es importante.
  • Un dolor opresivo en el pecho puede ser la primer señal, que es conveniente no ignorar, ya que, aunque cada vez es más conocido por la población este síntoma, muchas veces se esperan horas o incluso días antes de acudir al médico.
  • Es fundamental que después de un problema cardiovascular, el paciente vuelva a su vida normal a través de esa rehabilitación cardíaca.

El corazón es uno de los órganos más importantes de nuestro organismo. Es la máquina que se encarga de bombear sangre a todas las partes de nuestro cuerpo, nuestro motor por así decirlo. Cuando falla, nuestra vida corre serio peligro y no hay mucho margen para actuar. Mientras que otros órganos pueden tener un funcionamiento inadecuado durante días, semanas o incluso meses, la parada del corazón es mortal en pocos minutos, por eso es importante actuar rápido. Cada minuto cuenta cuanto se trata del corazón.

Uno de los problemas más graves que afecta al corazón es el infarto de miocardio, comúnmente conocido como ataque al corazón. Es una afección médica grave que ocurre cuando el flujo de sangre hacia una parte del músculo cardíaco (miocardio) se ve interrumpido o reducido significativamente. Esto sucede principalmente debido a la obstrucción de una o más arterias coronarias, que son las encargadas de suministrar sangre al corazón. La obstrucción es generalmente causada por la acumulación de placa (una mezcla de grasa, colesterol y otras sustancias) en las paredes de las arterias, una condición conocida como aterosclerosis.

Los infartos de miocardio son un problema de salud significativo en los Estados Unidos, donde es una de las principales causas de muerte, llegando a representar aproximadamente el 12,6 % de todas las muertes en el país y se pueden llegar a producir hasta un millón de infartos de miocardio al año. Identificar sus síntomas y tener claro que hacer cuando se presentan puede ser fundamental.

Actuar con rapidez

El intervalo de tiempo que transcurre desde que una persona con un infarto agudo de miocardio entra en un hospital hasta que recibe el tratamiento no debe superar los 90 minutos. Por eso, ante cualquier sospecha de esta patología, es esencial acudir a un centro sanitario, ya que el tiempo que transcurre desde que la arteria se obstruye hasta su desbloqueo determina la supervivencia y la cicatriz que se genera en el corazón de la persona que lo ha sufrido.

“Aunque los síntomas del infarto pueden variar, uno de los más frecuentes es el dolor torácico, que se suele describir como opresivo, como si se tuviera un peso encima. También este dolor puede irradiarse al brazo izquierdo, o a ambos brazos, a los hombros, a la mandíbula o incluso a la base del cuello”, explica la Dra. Antonela Costa, cardióloga del Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon de Barcelona, España. La experta explica otros síntomas menos conocidos, como pueden ser los mareos, las náuseas o la sudoración, que muchas veces pueden ir acompañados de un malestar general.

Los síntomas del infarto de miocardio por fortuna son cada vez más conocidos por la población general. Sin embargo, con frecuencia quienes los sufren muchas veces no les dan la debida importancia, y suelen esperar horas, e incluso días, antes de acudir al médica, lo que resulta una pérdida de tiempo vital.

¿Por qué hay que actuar con rapidez?

Una de las principales consecuencias que se puede derivar de un infarto de miocardio es el daño del tejido del corazón. Este, al igual que otras partes del organismo, necesita recibir oxígeno y nutrientes para realizar su función. “Si en un momento dado una arteria del corazón se obstruye y deja de llegar ese oxígeno y esos nutrientes, esa parte del corazón se muere y se convierte en una cicatriz. Esta cicatriz que se forma ya no hace su función, que es la de bombear la sangre”, añade el Dr. Juli Carballo, también cardiólogo del Instituto del Corazón Quirosalud Teknon.

Cuanto más tiempo pasa desde que se produce el infarto hasta que se actúa para recuperar el flujo normal de la sangre, más tejido del corazón muere y se cicatriza, perdiendo su capacidad de bombear, haciendo que sea más difícil realizar esfuerzos y llegando incluso a poner en peligro la vida de quien lo ha sufrido.

¿Qué hacer ante una sospecha de infarto?

Ante la sospecha de un infarto de miocardio, es crucial seguir estos pasos:

  • Llamar al número de emergencia local inmediatamente: Es fundamental no intentar conducir por sí mismo al hospital, ya que los servicios de emergencia están equipados para comenzar el tratamiento en el camino.
  • Masticar una aspirina (si no es alérgico): La aspirina puede ayudar a reducir el daño al corazón al prevenir la formación de coágulos de sangre.
  • Mantener la calma y tratar de descansar: Sentarse o recostarse en una posición cómoda puede ayudar a reducir la carga de trabajo del corazón mientras espera ayuda.
  • Seguir las indicaciones de los profesionales de emergencia: Ellos podrán brindar las instrucciones necesarias hasta que lleguen a su ubicación.

Actuar rápidamente no solo puede salvar una vida, sino también reducir significativamente el daño al corazón, mejorando así las posibilidades de una recuperación completa. La educación y la concienciación sobre los síntomas y la respuesta adecuada ante un infarto de miocardio son esenciales para combatir este problema de salud pública.

¿Es posible volver a la vida normal?

Los especialistas destacan la importancia de que, una vez realizada la intervención que permite recuperarse del infarto de miocardio, se le ofrezca al paciente la posibilidad de una rehabilitación cardíaca. “Es fundamental que después de un problema cardiovascular, el paciente vuelva a su vida normal a través de esa rehabilitación cardíaca. No solo tiene que hacer gimnasia, sino que debe realizar una actividad física supervisada por un equipo de profesionales como cardiólogos, nutricionistas, psicólogos y fisioterapeutas”, comenta el Dr. Guillermo Oller, otro de los cardiólogos del Instituto del Corazón Quironsalud Teknon.

Este equipo médico debe acompañar a la persona para enseñarle qué es lo que puede y no puede hacer. También debe dar respuesta a las inquietudes que tenga el paciente (alimentación, actividad física, de qué manera la debo hacer…) en todo el recorrido hasta retomar la vida que tenía antes del evento coronario.

En cuanto al tratamiento farmacológico, la mayor parte de los pacientes tendrán que tomar medicación para controlar los factores de riesgo, como la presión arterial, colesterol, triglicéridos, azúcar, perfil de lípidos y grasas en la sangre. Esto acompañado del ejercicio y el control del peso.

Por Miguel Ramudo
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