Una mezcla de cosméticos con medicamentos, los denominados cosmecéuticos representan una opción cada vez más variada para cuidar tu cabello, tu piel y tus uñas. Pero, ¿son seguros estos productos que se venden libremente en las tiendas? Descubre en este artículo, qué son los cosmecéuticos y qué precauciones debes tomar antes de incorporar alguno en tu carrito de compras.
Seguramente quieres verte bien cada vez que sales y muchas veces te maquillas para sentirte aún mejor. El problema se presenta al día siguiente, cuando aparecen granitos en tu rostro o lo sientes más grasoso. ¿Existen cosméticos antialérgicos o que prevengan la aparición de granos o arrugas, por ejemplo? Pues alégrate, ¡la respuesta es que sí!
Existe una gran variedad de productos que combinan las propiedades de los cosméticos con las de las medicinas dermatológicas (para la piel). A estos productos se les llama cosmecéuticos o, lo que es lo mismo, dermo-cosméticos, nutricéuticos o cosméticos activos o funcionales.
Los cosmecéuticos no son sólo maquillajes que pueden prevenir o evitar problemas en la piel. También hay productos para las uñas, el pelo, la celulitis y más… Basta con mirar la publicidad en la televisión o recorrer los estantes del supermercado o de la farmacia, para ver todas las opciones que existen actualmente en las tiendas.
Como estos productos se encuentran en el límite entre lo farmacológico, lo medicinal y lo cosmético, todavía no hay reglas bien definidas para su producción. ¿Qué significa esto? Antes de salir al mercado, los medicamentos son sometidos a varios controles, ya que influencian (cambian) la salud de las personas. Esto no ocurre con los cosméticos, y en el caso de los cosmecéuticos esto está en pleno desarrollo.
Así, algunos de los productos que se ven en los estantes pueden no ser 100% efectivos o pueden causarte reacciones en la piel que no esperabas. ¿Cómo puedes diferenciar cuáles son mejores y cuáles peores? Lamentablemente, no hay mucho que puedas hacer más que consultar con un dermatólogo (un especialista de la piel) cuál es más apropiado para ti.
Hay muchas marcas conocidas e importantes que respetan normas de calidad y ofrecen buenos productos, pero aún así, pueden tener sustancias que no le caigan bien a tu cuerpo. Por el contrario, ten cuidado con las ofertas que prometen resultados milagrosos de un día para otro. En general, esto no ocurre (ni con los cosmecéuticos ni con otros productos que a veces circulan en el mercado), los cambios requieren tiempo, dedicación y sobre todo, cuidado.
Por todo esto, lo mejor que puedes hacer antes de probar un producto nuevo es consultarlo con un especialista de confianza, o sea un dermatólogo, él o ella podrán orientarte entre la inmensa variedad disponible teniendo en cuenta las características particulares de tu piel, cabello, uñas o lo que necesites en tu caso particular. Incluso, hasta puedes preguntarle si las cremas o productos que ya utilizas son buenos para ti o si conoce alguna alternativa mejor. Quizás te sorprenda la respuesta y hasta puedas cuidar no sólo tu cuerpo sino también tu economía.
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