Si practicas algún deporte de contacto, protege tu cabeza del trauma cerebral
Los deportes como el boxeo y el fútbol americano pueden traer mucho más que victorias y derrotas a quienes los practican. Los golpes y el impacto que reciben estos atletas pueden producir demencia. Aquí te cuento acerca de los traumatismos cerebrales que se producen en cierto tipo de atletas y por qué pueden llegar a perder la cabeza – literalmente – por culpa de un deporte.
Para quienes practican el boxeo y son aficionados a él, no hay momentos más emocionantes durante una pelea que los conocidos como knockdown y knockout. Estos se dan luego de un golpe fuerte en la quijada o en la cabeza, lo cual, además de una victoria por parte de quien da el puñetazo, produce una contusión que, a la larga, puede dañar el cerebro. Aunque pueda ser leve en ese momento, la acumulación de estos golpes en la cabeza puede causar daños severos e irreversibles a nivel neurológico.
Por ser los boxeadores los deportistas más expuestos a los golpes fuertes en la cabeza, se acuñó el término “demencia del boxeador” o “demencia pugilística”. Se ha llegado a pensar erróneamente que Muhammad Alí, el legendario boxeador, tiene la enfermedad de Parkinson debido a que sufrió este tipo de contusiones. Esto no es cierto, pues el Parkinson es una enfermedad con componentes genéticos y algunas causas no determinadas, sin embargo, el hecho de ser boxeador puede haber agravado o acelerado su condición.
Pero lo cierto es que otros atletas que practican deportes de contacto, además del boxeo, como el fútbol americano, el hockey, rugby, lucha libre y la equitación también están en riesgo de sufrir este tipo de lesiones. Incluso se ha reportado que las características de las lesiones neurológicas de estos deportistas también son compartidas por personas que han sido víctimas de violencia doméstica.
Los síntomas de los daños cerebrales (el deterioro cognitivo) o la encefalopatía traumática crónica sufridos a consecuencia de los golpes recibidos, pueden ser muy parecidos a los del Alzheimer y otros tipos de demencia. Los problemas de memoria, la desorientación, la irritabilidad y los problemas de concentración se encuentran entre ellos. En su fase avanzada la encefalopatía crónica puede causar temblores, Parkinson, sordera y caminar errático. Además está asociada a problemas psicológicos como la depresión, la agresividad y comportamientos violentos, la pérdida de inhibiciones, el comportamiento sexual compulsivo, el abuso de drogas y del alcohol, la euforia y el suicidio.
Unos estudios reportan que sólo en Estados Unidos ocurren entre 1.6 y 3.8 millones de conmociones cerebrales causadas por los deportes de contacto cada año, o sea, son muy comunes. Un golpe aislado no causa un daño cerebral significativo (una enfermedad neuro degenerativa), pero varios golpes a lo largo de una carrera deportiva sí producen un trauma que ocasiona daños en el funcionamiento del cerebro. Además, los atletas sufren muchas hemorragias o micro hemorragias, lo cual es terreno abonado para el desarrollo de la demencia.
De acuerdo a algunos expertos: aunque la mayoría son muy pequeñas y los atletas se recuperan en cuestión de días o de semanas, algunas personas desarrollan síntomas que son progresivos o de larga duración. Piensan que esto es especialmente cierto en los casos en que hay conmociones repetitivas o lesiones cerebrales traumáticas leves ya que en estos casos mínimo el 17% de las personas van a desarrollar la encefalopatía traumática crónica. Se desconoce la severidad la lesión o cuántas veces es necesario lesionarse la cabeza para que se desarrolle esta condición. Hay mucho por estudiar.
Los síntomas de la encefalopatía traumática crónica, por lo general, se hacen evidentes años después de que la persona ha dejado de practicar dicho deporte y se diagnostica una vez la persona ha fallecido, ya que en este momento no tenemos un examen de sangre o un estudio radiológico que lo diagnostique. Los hallazgos típicos son los que se encuentran cuando se hacen estudios de patología del cerebro post-mortem en que se encuentra una proteína que se conoce como tau y que se ve en casos de demencia, generalmente en personas que fallecen a los 70 u 80 años de edad. Pero los soldados o deportistas con encefalopatía traumática crónica como el ex-defensa de los Bears de Chicago, David Duerson (que se suicidó a los 50 años), como el delantero de los Steelers de Pittsburgh, Mike Webster que falleció de un ataque al corazón a los 50 años (pero que antes de fallecer tuvo un comportamiento errático y que en la autopsia también mostró señales de encefalopatía traumática crónica) y como se sospecha de otros.
Un estudio realizado en el 2009 reportó que tristemente, el promedio de edad al morir de las personas con dicha condición es de 51 años.
Es importante estar consciente que los golpes en la cabeza no son benignos y que no es necesario perder el conocimiento para tener una conmoción cerebral. Y que es especialmente peligroso si los golpes en la cabeza se repiten. Necesitamos más estudios prospectivos para conocer la verdadera incidencia de la encefalopatía traumática crónica.
Si practicas (o alguno de tus hijos practica) algún deporte de contacto, no dudes en consultar con tu médico y con tu entrenador sobre las medidas de precaución que debes tener para proteger tu cabeza de golpes fuertes y de problemas neurológicos en el futuro.
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