Cuando sentimos malestares o dolor de cabeza, sin pensarlo mucho nos tomamos un analgésico de venta libre y resuelto el asunto. Pero el embarazo cambia muchas cosas y, principalmente, la forma en que tomamos los medicamentos, aunque sean los más comunes en el botiquín. Si estás embarazada, no tienes que alarmarte, sino estar avisada y tomar precauciones. Unas investigaciones recientes han relacionado el uso de ciertos calmantes comunes de venta libre con la pérdida del embarazo. Otro vincula el uso de unos analgésicos con problemas de fertilidad en los niños varones. Ponte al día sobre estos hallazgos e infórmate sobre los cuidados que debes tener con los medicamentos durante esos meses de espera.
El embarazo es una etapa muy especial, de cambios físicos y emocionales, en la que debes cuidarte no sólo por tu propio bien sino también para proteger al bebé que se está formando dentro de ti.
Imagínate que el niño se nutre de los alimentos que tú consumes, por lo que se recomienda llevar una dieta saludable, y del mismo modo en que toma los nutrientes de los alimentos, también recibirá algo de los medicamentos que tú tomes. Y como su cuerpecito todavía se está formando, cada sustancia que llegue hasta él, por pequeña que sea, puede tener consecuencias irreversibles, como defectos de nacimiento.
Un estudio reciente desarrollado por unos investigadores de Finlandia, Dinamarca y Francia, publicado en la revista Human Reproduction, encontró que las mujeres que tomaban una combinación de más de un analgésico leve durante el embarazo, tenían más riesgo de dar a luz a varones con criptorquidia, una condición que se caracteriza por tener testículos que no descienden (que permanecen en el abdomen), y que constituye un factor de riesgo en que el bebé tenga baja calidad del semen y aumente sus posibilidades de desarrollar cáncer testicular más adelante en la vida.
Otro estudio relaciona el uso de analgésicos comunes con la pérdida del embarazo mismo. En este caso, se trata de una investigación que se hizo en Canadá, tomando en cuenta los datos de más de 52 mil mujeres embarazadas. Según la investigación, la cantidad de abortos espontáneos fue más de dos veces superior entre las mujeres que recibieron al menos una prescripción de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno (Motrin) y el naproxeno (Aleve, Naprosyn), que se usan para aliviar dolores de cabeza y dolores musculares, entre otros síntomas.
De todos modos –y antes de que te de un ataque de pánico-, hay que tener en cuenta las limitaciones de cada investigación. En este caso, por ejemplo, se basaron en embarazadas que recibieron recetas para consumir estos medicamentos, lo que no indica que todas los hayan tomado. Además, como se trata de productos de venta libre, es posible que entre las mujeres que no tenían receta también hubiera algunas que consumieron estos medicamentos.
Por eso, los mismos investigadores advierten la importancia de asesorarse bien con un médico, y en ambos estudios sus responsables afirman que se necesitan más datos para poder conocer mejor el efecto de estas medicinas sobre las embarazadas y sus bebés.
Cada medicamento es distinto y actúa de manera diferente sobre cada persona. Por eso cada uno tendrá que tomar dosis diferentes y, por esa misma razón, los medicamentos para los niños son diferentes que las de los adultos.
Recuerda que tu bebé recibirá algo de la medicina que tú tomes y eso puede ser peligroso. Si estás embarazada, es muy importante que tengas cuidado y consultes con tu médico antes de tomar cualquier medicina, no importa si se trata de medicamentos con receta, de venta libre o de hierbas o de suplementos alimenticios. Esta precaución es todavía más importante durante el primer trimestre del embarazo.
También debes tener en cuenta que, si bien la sugerencia es tratar de evitar todo tipo de medicinas durante el embarazo, en algunos casos es necesario tomarlas. Así, por ejemplo, si tienes una condición especial (como presión arterial alta, diabetes, asma o epilepsia), es importante que continúes tomando los medicamentos para evitar complicaciones. La única consideración en estos casos es que algunas medicinas son más apropiadas que otras durante el embarazo, por eso lo ideal es que hables con tu obstetra cuando planees tener un bebé, así puedes cambiar la medicina antes de embarazarte.
Si usas los medicamentos que necesitas con cuidado, responsablemente y bajo supervisión de tu obstetra, verás que felizmente tu embarazo llega a buen término. Y tú y tu bebé estarán bien durante y después de esos nueve meses de espera.
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