Si estás embarazada y has notado que has empezado a roncar, existe la posibilidad de que aumente tu riesgo de que requieras cesárea o de que tengas un bebé de bajo peso al nacer. De igual forma, puede ser indicador de que eres propensa a la hipertensión y/o a desarrollar pre eclampsia. Entérate de lo que dice una nueva investigación respecto a los ronquidos durante el embarazo.
Adriana roncaba ocasionalmente antes de quedar embarazada, según su esposo. Particularmente si estaba muy cansada o había bebido algo de alcohol. El problema es que ahora que está embarazada, ronca casi todas las noches. Su esposo hace bromas al respecto pues dice que ella lo está preparando para el inevitable insomnio que se produce cuando nace el bebé.
Aunque Adriana lo ha tomado con humor, su médico le comentó sobre una nueva investigación que salió al respecto a roncar y tener apnea del sueño durante el embarazo. Unos especialistas de la Universidad de Michigan en Estados Unidos, encontraron que las mujeres embarazadas que roncan tres o más veces a la semana, tienen un riesgo mayor de tener un parto por cesárea y de dar a luz a bebés más pequeños.
Este estudio que aparece en la revista Sleep, es el más significativo que se ha hecho hasta el momento sobre los ronquidos de la madre y la salud del bebé. En concreto, la investigación analizó a 1,673 mujeres embarazadas de las cuales el 35 por ciento dijeron roncar con frecuencia o regularidad.
En comparación con aquellas que dijeron no roncar, las mujeres que roncaban de forma crónica antes y durante su embarazo tenían dos tercios mayores probabilidades de dar a luz un bebé pequeño y aumentaban sus probabilidades a más del doble de tener un parto por cesárea.
Los problemas de respiración durante el sueño se reflejan en los ronquidos, que son producto de la obstrucción del flujo del aire entre la boca y la nariz. Se han estudiado los efectos de los ronquidos en la salud de la mamá previamente, ya que interfieren con el descanso necesario en el embarazo y la falta de aire les puede afectar. Pero nunca se había tenido en cuenta cómo el hecho de roncar tiene consecuencias en la salud del bebé también.
De acuerdo con los autores del estudio sobre ronquidos crónicos o apnea del sueño, el riesgo de tener un bebé con bajo peso y de ser sometida a una cesárea es significativo incluso, después de tomar en cuenta otros factores de riesgo que pueden tener una influencia en su desarrollo.
Además, una investigación previa realizada por la líder del equipo de especialistas de este estudio, había encontrado que las mujeres que empiezan a roncar durante el embarazo tienen un riesgo más algo de sufrir de hipertensión y de pre eclampsia, una condición en la que la mujer tienen aumentos importantes en su presión arterial y tiene proteína en la orina.
Quizás el aumento de los ronquidos o el desarrollo de apnea del sueño durante el embarazo se deba al hecho de aumentar de peso o dormir de espalda. Es probable que si tienes congestión nasal también puedas dar “serenatas nocturnas”. Durante el embarazo aumenta tu volumen de sangre, por lo cual se pueden inflamar las membranas nasales y causarte dificultad cuando respiras.
Independientemente de la causa, los especialistas aconsejan que se trate la condición para evitar el alto costo de la cesárea (me refiero especialmente a las complicaciones que puede traer) y la atención en la unidad de cuidados intensivos neonatales cuando nacen bebés que requieren atención especializada debido a complicaciones durante el embarazo.
Si tu pareja nota que has roncado con frecuencia últimamente, jadeas o haces ruido con la boca, consulta con tu obstetra para que vigile de cerca cuál puede ser la causa de tus ronquidos.
Encontrar soluciones no sólo te permitirá descansar mejor, sino evitar complicaciones para tu salud y la de tu bebé.
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