Un pequeño bocadillo de chocolate y crema puede tener más calorías de las que te imaginas. Pero a veces, una ensalada de frutas naturales frescas multiplica su valor calórico al simplemente agregarle un aderezo. La pregunta es: ¿cómo puedes saber si los restaurantes no te proporcionan la información? Un estudio reciente ha encontrado que la mayoría de los consumidores cree que la comida rápida tiene menos calorías que las que en realidad contiene. Ampliar la información podría ser de ayuda al momento de elegir.
Unos investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y el Harvard Pilgrim Health Care Institute han encontrado que las personas que compran en restaurantes de comida rápida creen que consumen menos calorías de las que en verdad tienen esos alimentos.
Para llegar a estas conclusiones, que fueron publicadas a fines de mayo en BMJ, la publicación de la Asociación Médica Británica, los especialistas encuestaron a 3,400 personas que, entre 2010 y 2011, cenaron en 89 restaurantes de comidas rápida ubicados en cuatro ciudades de Nueva Inglaterra, en Estados Unidos, entre los que figuraban Burger King, Dunkin’ Donuts, KFC (Kentucky Fried Chicken), McDonald’s, Subway y Wendy’s.
Entre los encuestados había 1,877 adultos, 1,178 adolescentes y 330 niños, de los cuales el 65 por ciento de los adultos y el 57 por ciento de los niños eran obesos y más del 40 por ciento reportaron ingerir comida rápida más de una vez a la semana. Entonces, les pidieron que estimaran la cantidad de calorías de sus comidas, registraron las respuestas y las compararon con el contenido calórico real.
La cuarta parte de los encuestados (el 25 por ciento) pensaba que sus comidas contenían al menos 500 calorías menos que las reales. Los platos de los adolescentes contenían un promedio de 756 calorías, pero ellos pensaban que tenían 259 calorías; mientras que las comidas de los adultos tenían un promedio de 836 calorías a las que ellos les atribuyeron 175 calorías menos, y los niños en edad escolar consumieron platillos de 733 calorías, que calcularon que tenían 175 calorías menos.
Otro dato curioso es que estas diferencias fueron mucho mayores en Subway que en las demás cadenas, algo que los investigadores le atribuyen al mercadeo y a la imagen que los consumidores tienen de estos locales. Los adolescentes creían que los baguettes tenían 25 por ciento menos calorías que las hamburguesas de McDonalds y los adultos 20 por ciento menos, cuando en verdad a veces es al revés.
Estos hallazgos indican la importancia de contar con información detallada sobre los alimentos disponibles, para poder elegir de manera informada. Sin embargo, ninguna de las cadenas de comidas rápida evaluadas incluye este tipo de datos, aunque en algunas ciudades han comenzado a hacerlo.
Tal es el caso en el condado de King (King County) en el estado de Washington, donde desde el año 2009 existe una regulación según la cual las cadenas de restaurantes (con 15 sucursales o más) deben anunciar la cantidad de calorías de cada platillo en los puntos de venta.
Evaluando el impacto de esta norma, una investigación que aparece en la publicación de junio del American Journal of Preventive Medicine, ha probado que cuando los consumidores conocen la cantidad de calorías de los productos, tiende a disminuir la cantidad que incluye cada venta.
Para llegar a estos datos, los investigadores encuestaron a más de 7,300 personas mayores de 14 años que cenaron en 10 cadenas de restaurantes, entre los que figuraban McDonald’s, Starbucks, Subway y Taco Bell, antes de que se implementara la ley y luego de seis y 18 meses de que se estuviera en vigor. Detectaron que no hubo cambios en las ventas luego de seis meses, pero sí pasados los 18 meses, cuando el promedio de calorías por venta había bajado de 908 a 870.
¿Sigues pensando que consumes pocas calorías con ese sándwich o que es mejor pedirlo de pollo que de carne? Pues la cantidad calórica de los alimentos también depende de cómo están elaborados y los condimentos que le agregues, entre otros factores. La próxima vez que vayas a un local de comida rápida pide esta información, para que cada vez sean más las localidades que adopten leyes como las de King County, y así más personas podrán elegir mejor sus comidas, en base a información de nutrición más precisa.
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