- El bocio se produce al crecer de manera anormal, y en algunos casos muy visible, la glándula tiroides. Esta enfermedad afecta a más de 2 mil millones de personas en el mundo. La causa general es por falta de yodo, mineral necesario para producir las hormonas tiroideas, pero actualmente gracias a la sal yodada se presenta por enfermedades autoinmunes que producen hipertiroidismo.
- El bocio, o crecimiento anormal de la glándula tiroides, puede ser visible a la altura del cuello. Pero en general solo es reconocido cuando un profesional palpa la zona y nota un leve crecimiento. En otros casos la glándula crece hacia atrás dificultando la respiración, el tragar y el habla.
- Los síntomas principales del bocio, cuando la glándula tiroides crece de tamaño se generan al presentarse hiper o hipotiroidismo. Razón por la que los síntomas pueden ser opuestos. En algunas personas causa subida de peso, problemas para dormir y falta de energía; mientras que otros, con hipertiroidismo, es como si estuvieran acelerados, con bajadas en el peso, mucha energía y, en consecuencia, fatiga.
La glándula tiroidea o tiroides es pequeña en tamaño, pero enorme en su función. Mediante la producción de sus únicas dos hormonas (T3 y T4) es capaz de controlar los procesos energéticos de todo el cuerpo. Pero hay un requerimiento: el yodo. Sin este mineral se hace imposible producir estas hormonas, lo que hace que toda la glándula se vea afectada. Una de las principales enfermedades de esta glándula es el bocio, del latín bola o bulto, porque justamente la tiroides crece de tamaño intentando producir más hormonas. En este artículo te contaremos sobre esta enfermedad y su simple solución.
La tiroides y el yodo
El fallecido presidente George H.W. Bush junto a su esposa fueron diagnosticados al principio de los 90s con un problema en sus tiroides, la enfermedad de Graves-Basedow. Esta es una enfermedad autoinmune muy poco conocida (similar a la enfermedad de Hashimoto) que lleva a un crecimiento anormal de la tiroides, es decir bocio. En este caso la tiroides, al tener un mayor tamaño, produce una cantidad enorme de hormonas porque el yodo está en cantidades suficientes, generando la llamada crisis tirotóxica.
Pero este tipo de bocio afecta a poca cantidad de la población. La principal, que afecta a 2,2 mil millones de personas en el mundo, es por falta de yodo. Este elemento de la tabla periódica se encuentra en de manera natural en muy pocos alimentos:
- Productos del mar, especialmente los mariscos
- Ajo, cebolla y cebolleta
- Vegetales verdes
Antes de la industrialización de los alimentos, los lugares alejados del mar eran propensos a tener un déficit yodo, llevando a problemas tiroideos como el bocio. Actualmente la fuente principal, incluso para aquellos que consumen productos del mar es la sal yodada.
Con 3 gramos diarios de esta sal, o una cuchara de té, se obtiene más del necesarios. Entonces, si consumimos las cantidades de sal normales y lo complementamos con los alimentos ricos en yodo, no deberíamos enfrentarnos a ningún problema. Eso sí, hay que tener cuidado en el embarazo: te lo contamos en este artículo.
El bocio e hipertiroidismo
En un artículo anterior te contamos que, en la tiroides, según la cantidad de hormonas que se producen, se genera el:
- Hipertiroidismo, cuando la tiroides produce más (hiper, por encima) hormonas de las necesarias. Esto acelera al cuerpo, aumentando el gasto de energía, pero también la fatiga, ansiedad e insomnio. En el bocio sucede cuando hay una causa distinta del yodo.
- Hipotiroidismo. En este caso la tiroides no produce la cantidad correcta de hormonas (hipo, por debajo). Lo que desencadena el efecto contrario, no se gasta la energía, hay aumento de grasa corporal, depresión e incluso dificultad para concentrarse. En el bocio por falta de yodo se produce un hipotiroidismo.
Muchas veces no hay signos
El bocio se asocia con una gran bola a la altura del cuello (vea la foto acá), pero en la mayoría de los países con acceso a una alimentación rica en yodo (que es el caso de casi toda Latinoamérica) la tiroides no es visible desde fuera y se reconoce su crecimiento en una visita médica. Por ello es importante recordar hacer chequeos médicos de manera rutinaria.
En general, para el caso de la falta de yodo, aumenta el tamaño proporcionalmente a el déficit de este mineral. Mientras más tiempo se pasa sin consumir yodo, mayor será el tamaño de la tiroides.
Algunos de los síntomas más comunes son:
- El crecimiento de la tiroides. Lleva además de hipo o hipertiroidismo, a poder presionar el esófago y la tráquea haciendo difícil tragar o respirar. Si no se observa a simple vista el crecimiento, es probable que se dé hacia el interior del cuello, lo que se llama bocio retroesternal.
- En el caso de los niños, se pueden observar problemas de crecimiento (muy rápido si no se debe al yodo, o lento si hay déficit), cambios en la personalidad y daños en los huesos. Además, si hay presión en la tráquea puede cambiar la voz.
- Los globos oculares pueden volverse saltones, es decir, estar muy fuera de la orbita del ojo. Esto se llama exoftalmia y es muy común en el bocio autoinmune (puedes ver una imagen acá).
Una vez descubierta la causa el tratamiento puede ser variable en su desarrollo.
- Si se debe a un déficit de yodo se utilizan ciertos productos que permiten normalizar rápidamente la producción de hormonas y lentamente la tiroides puede volver a su tamaño normal.
- Si hay una enfermedad propia de la tiroides que está produciendo gran cantidad de hormonas, en general se utilizan medicamentos que bloquean la producción y yodo radioactivo que elimina algunas células tiroides hasta que vuelva a su tamaño normal.
- En el último de los casos se realizan cirugías que mecánicamente reducen el tamaño de la tiroides.
Por Carlos Diego Ibañez
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