Si usas frenillo o retenedor para arreglar tu sonrisa, no te quedes sentado esperando que ellos hagan todo el trabajo. El limpiarte bien los dientes es ahora mucho más importante, pues detrás de estos aparatos se acumulan residuos de comida que después te pueden manchar tus dientes. Sigue estos consejos para que tu esfuerzo valga la pena.
Si tus dientes normalmente pueden acumular muchos residuos después de comer, imagínate cuántos residuos se acumulan en tu frenillo o tu retenedor… ¡muchos más! Entre el paladar, los brackets, los alambres y las gomas, es muy sencillo que los residuos de comida se enreden y se peguen a tus dientes. Y así, cuando llegue la hora de retirarte los aparatos de la boca, esos residuos habrán dejado una mancha en tu tan esperada sonrisa perfecta.
Por eso tu ortodoncista (el odontólogo especializado en la corrección de los dientes con aparatos) te insiste tanto en la limpieza. Y en Vida y Salud te ayudamos a recordar los tres pasos principales de tu rutina de limpieza:
1. Cepíllate
La limpieza después de cada comida es una regla de oro para mantener tus dientes sanos y limpios y el primer paso en tu rutina. Al cepillarte los dientes, evitas que los residuos de comida se acumulen por mucho tiempo y que se vayan pegando a los aparatos. Mientras más tiempo pasen los residuos en tu boca, más susceptible eres de desarrollar caries y manchas, y cada vez será más difícil desprenderlos de los aparatos.
Para eso, lo mejor es que uses un cepillo de cerdas suaves y que luego complementes con un cepillo especial en forma de “árbol de navidad” que sirve para limpiar el espacio que queda entre cada bracket. Repite este paso cuantas veces necesites hasta que sientas que tus dientes están limpios.
2. Usa la seda dental
Tu frenillo o retenedor no es una disculpa para no usar el hilo dental a diario, el paso número dos en tu rutina de limpieza. La seda dental se puede pasar entre los espacios que deja libre el frenillo. Y si te es difícil, hoy en día existen muchos aparatos que te pueden ayudar a pasar la seda dental por tus dientes cuando tienes frenos.
3. Limpia el retenedor
Cuando usas retenedor, un tipo de frenillo que no es fijo y que te puedes quitar y poner, es importante que lo laves al mismo tiempo que cepillas tus dientes. Aunque no lo uses cuando comes, de todos modos el retenedor también puede acumular los residuos de comida que estén pegados a tus dientes, o simplemente guardar muchas bacterias de tu saliva y del medio ambiente. Para lavarlo, cepíllalo al igual que tus dientes y al menos una vez al día mételo en un recipiente con enjuague bucal para desinfectarlo.
Pídele a tu ortodoncista que te recomiende cuáles son los mejores implementos de aseo para cuando tienes frenillo o retenedor. Y sobretodo, pídele que te enseñe a usarlos.
Manteniendo tus dientes limpios, cuando llegue el momento de dejar atrás los frenos, podrás volver a sonreír sin límites ni vergüenza.
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