- Un estudio dirigido por la Dra. Joanne B. Newbury en Inglaterra, publicado en JAMA Network Open, encontró que la exposición a contaminación ambiental y ruido durante el embarazo y la primera infancia influye en la aparición de problemas de salud mental en jóvenes de 13 a 24 años.
- Analizando datos de 9065 personas se descubrió que la exposición a partículas finas (PM2.5) durante el embarazo y la infancia está asociada con un aumento en experiencias psicóticas y tasas más altas de depresión. Además, el ruido durante la infancia y adolescencia se relacionó con mayor ansiedad.
- La contaminación del aire y el ruido en las etapas tempranas de vida tienen efectos perjudiciales en la salud mental, vinculando la exposición a partículas contaminantes con problemas psicóticos, depresión y ansiedad en jóvenes.
Exponerse a contaminación ambiental y a ruido durante el embarazo y la primera infancia influye en la aparición de problemas de salud mental en jóvenes de entre 13 y 24 años, según los resultados de un estudio dirigido por la Dra. Joanne B. Newbury, en Inglaterra, y publicado en la revista científica JAMA Network Open.
El estudio analiza datos de 9065 participantes del Avon Longitudinal Study of Parents and Children (ALSPAC) y encontró que una mayor exposición a partículas finas (PM2.5) durante el embarazo y la infancia se asocia con un aumento en las experiencias psicóticas y, en el caso de la exposición durante el embarazo, con tasas más altas de depresión. Además, la exposición al ruido en la infancia y la adolescencia se relacionó con un aumento en la ansiedad.
El Dr. Jon Andoni Duñabeitia, director del Centro de Investigación Nebrija en Cognición, explica en declaraciones al Science Media Centre España que “esta investigación desvela que la exposición a pequeñas partículas contaminantes en el aire durante el embarazo, y en algunos casos durante la infancia, tiene un efecto potenciador de problemas de salud mental relacionados tanto con episodios psicóticos como con síntomas de depresión durante la adolescencia y juventud. Y, por otro lado, este estudio muestra cómo la exposición a contaminación acústica durante la infancia y adolescencia está asociada a una mayor presencia de ansiedad en las personas”.
Para este experto, “estos resultados enlazan directamente con recientes metaanálisis que demuestran también el impacto de la exposición a pequeñas partículas contaminantes durante el embarazo en el peso de los recién nacidos, especialmente en Europa, poniendo de manifiesto la relevancia de la contaminación ambiental en el neurodesarrollo y la salud cognitiva y mental”.
Por su parte, el Dr. Jordi Sunyer, investigador en el ISGlobal y profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, añade que “el estudio confirma la evidencia sobre el efecto de la contaminación urbana sobre la psicosis y la depresión, previamente observada en adultos, en niños y en jóvenes. Y muestra, en una de las primeras veces, un papel del ruido en la niñez y juventud en la ansiedad en estas etapas”.
Ya te habíamos contado la salud mental es una parte esencial de nuestro bienestar completo y que la relación con la naturaleza tiene efectos para apoyar el tratamiento de los trastornos de salud mental, como la depresión.
Ahora tenemos un motivo más para intentar frecuentar parques, plazas o espacios verdes y proteger a nuestros niños, en la medida de lo posible, del ruido y la contaminación.
Por Karla Islas Pieck
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