¿Quieres evitar que el paso del tiempo te cause dientes manchados, caries e incluso caída de los dientes? Estos consejos te ayudarán a proteger tus dientes a diario, desde casa y sin grandes esfuerzos, para mantener una sonrisa brillante y reluciente por más tiempo. Son cuidados sencillos y fáciles de implementar para mantener a tus dientes sanos.
Hay muchas razones para cuidar tus dientes y tu boca, y no sólo tienen que ver con la cuestión estética. Los dientes cumplen varias funciones importantes para tu cuerpo: no sólo son útiles para morder los alimentos que ingerimos, sino que además, durante la masticación, se segregan enzimas y lubricantes que facilitan la digestión. En otras palabras, la boca es uno de los primeros pasos en el proceso digestivo. ¡Imagínate! Si no tuvieras dientes, sólo podrías seguir una dieta líquida o de alimentos triturados.
Y esa no es la única función de la boca, también es fundamental para hablar bien y, por lo tanto, para comunicarte y hacerte entender. En ese caso, es la lengua la que te permite formar las palabras con la ayuda de los labios y los dientes.
Como en otras partes del cuerpo, se pueden presentar diferentes problemas de salud en diferentes estructuras: en las encías (como la gingivitis), en los dientes (como la caries) y en la boca en general. Trastornos como ampollas, inflamaciones, infecciones o pérdidas de los dientes, entre otros. Para prevenir o evitar estas situaciones y que puedas mantener una boca saludable, debes seguir algunos cuidados sencillos regularmente:
- Con una pasta dental o crema dental con fluoruro, cepíllate los dientes todos los días, por lo menos dos veces al día: después de desayunar y antes de acostarte; y si puedes, idealmente también, después de cada comida y de tomar refrigerios dulces.
- Dedícale por lo menos dos minutos a cada lavado de dientes y no dejes a ninguno afuera. Es importante que te cepilles todos los dientes y en todas sus caras (por delante, por arriba y por detrás).
- También se recomienda que te cepilles la lengua, para mantener el aliento fresco.
- No te cepilles las encías. El cepillo es demasiado áspero para esta piel delicada. Mejor hazles masaje con un estimulador de encías de caucho o goma o con el dedo pulgar (¡bien lavado!)
- Asegúrate de usar un cepillo de cerdas suaves y cámbialo cada tres meses. Puede ser eléctrico o manual.
- Utiliza hilo o seda dental por lo menos una vez al día.
- Pregúntale a tu dentista si es necesario que utilices algún enjuague bucal antibacteriano.
- Limita los alimentos azucarados que consumes, sobre todo entre comidas.
- Si practicas algún deporte de contacto, utiliza equipo de protección apropiado para proteger tu cara mientras juegas.
- Si estas tomando medicamentos, pregúntele a tu dentista si tienen efectos secundarios que puedan dañar tus dientes y, si es así, qué puedes hacer al respecto.
- No fumes ni mastiques tabaco. Esto no sólo puede mancharte los dientes y darte mal aliento sino también, peor aún, provocarte cáncer.
- Mira dentro de tu boca con frecuencia para ver si tienes llagas que no se curan, irritación en las encías u otros cambios.
- Visita regularmente al dentista, al menos una vez por año, para hacerte chequeos y limpiezas.
Recuerda que mantener una rutina de buen cuidado de la boca y de los dientes te ayuda a prevenir la aparición de caries (picaduras), la pérdida de dientes, el dolor en las encías u otros problemas a futuro, así como a mantener un aliento agradable y una bonita sonrisa. Y si tienes algún problema en los dientes o te preocupa algo relacionado con tu boca, visita a tu dentista lo antes posible para evitar complicaciones.
El cuidar tu boca es la mejor manera de tener dientes sanos para toda la vida.
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