El contraer VIH/SIDA o cualquier otra enfermedad sexual no es el único riesgo para la salud de los hombres homosexuales o bisexuales. Los hombres que tienen sexo con otros hombres pueden también sufrir de depresión y estrés severos o ser víctimas de violencia doméstica. ¿Te sorprende? Infórmate para que cuides tu salud.
El VIH/SIDA y otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). VIH/SIDA, sífilis, hepatitis A y B… son los riesgos más grandes que corren los hombres que tienen relaciones con otros hombres. Es cierto que los hombres heterosexuales también pueden contraer estas enfermedades, pero muchos de los comportamientos riesgosos de los homosexuales los hacen más vulnerables a contagiarse.
Primero, el tener sexo sin protección. El no usar condón al tener relaciones sexuales, incluso cuando sólo estás practicando sexo oral, aumenta inmediatamente el riesgo de contraer cualquier enfermedad. Hay expertos que también recomiendan proteger los juguetes sexuales con preservativos, o al menos limpiarlos cuidadosamente antes de usarlos cada vez.
Segundo, ser promiscuo. Muchos homosexuales lo son, tal vez por haber reprimido sus deseos durante mucho tiempo, o simplemente para aprovechar cualquier oportunidad que se les presente. Así, tienen sexo con “desconocidos” a quienes contactan por el Internet o en lugares de fiesta, cambian de pareja sexual a menudo, o participan de “fiestas” sexuales donde tienen relaciones con varias personas a la vez.
Tercero, el no hacerse exámenes frecuentemente para identificar el VIH y saber si están libres de ETS. Si no saben cómo está su salud sexual o la de su pareja, pueden contagiarse y contagiar a otros en cualquier momento.
Pocos controles médicos. Una de las razones que explica porqué muchos hombres homosexuales descuidan sus controles y sus exámenes de salud, es que temen confesarle a sus médicos su orientación sexual. Al no hacerlo, el médico no les ordenará exámenes de laboratorio frecuentes, ni revisará sus genitales con especial atención para identificar señales riesgosas a tiempo.
Estrés y depresión. Si los hombres homosexuales se quejan más a menudo de estrés y depresión que los heterosexuales, no es que sean más débiles o más “afeminados” como algunos creerían. Los homosexuales tienen muchos motivos para estar deprimidos y estresados, comenzando porque no es fácil aceptar (muchas veces desde la adolescencia) que se tiene una orientación sexual diferente a la aceptada socialmente. Y a eso hay que sumarle el rechazo familiar, la pérdida de amigos, la discriminación social, entre otros motivos que estresan o le bajan el ánimo hasta a los más fuertes. Y cuando se está deprimido o altamente estresado, el cuerpo también sufre.
Sexo, drogas y licor. Aunque pareciera el nombre de una película, esta combinación letal es bastante común. Todo empieza con el estrés y la depresión, que llevan a muchos homosexuales a buscar refugio en el licor, el cigarrillo y otras drogas para relajarse o animarse. Muchos las usan además para perder el miedo de buscar una pareja de su propio sexo.
Por eso, los hombres homosexuales no sólo están más propensos a desarrollar cáncer, alcoholismo o cirrosis, sino que también aumentan sus riesgos de contraer VIH/SIDA y otras ETS. ¿Por qué? Porque cuando abusan del alcohol o las drogas, es más fácil que tengan sexo casual y desprotegido sin considerar los riesgos.
Violencia doméstica. Pocos creerían que en las relaciones homosexuales puede haber violencia doméstica, pero la hay. Y justamente como nadie la toma en serio, es que puede ser muy peligrosa, pues los hombres que se encuentran en una relación violenta tienden a creer que el comportamiento de su pareja es normal, lo aceptan como una violencia masculina natural, no se atreven a terminar la relación o temen pedir ayuda externa. Así, pueden convertirse en víctimas de los peores abusos y maltratos físicos.
Afortunadamente hay mucho que puedes hacer para evitar que estos riesgos se conviertan en verdaderos problemas de salud. El tener sexo con protección, el visitar al médico, el asistir a una terapia psicológica y el buscar un grupo de apoyo para los problemas emocionales y las relaciones conflictivas, son las claves para mantenerse saludable y poder seguir disfrutando de una vida sexual placentera.
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