Con el paso del tiempo, es natural que el cuerpo vaya perdiendo flexibilidad y destreza. En este proceso de cambios, los ojos no son una excepción. Así, cualquier persona que tenga más de 35 años de edad puede tener síntomas de lo que se denomina presbicia o presbiopía, una condición de la vista que también se conoce como vista cansada y que se caracteriza por la dificultad para enfocar los objetos de cerca.
¿Te cuesta leer letras pequeñitas muy de cerca? ¿Necesitas alejar el texto para poder enfocar bien? Si tienes más de 35 o 40 años de edad, es posible que el paso del tiempo esté comenzando a notarse en tus ojos. A medida que envejecemos, los cristalinos del ojo van perdiendo su flexibilidad, lo que causa problemas para enfocar con claridad los objetos cercanos. Esto se llama presbicia o presbiopía, y también se conoce como vista cansada.
Para que podamos ver las imágenes con claridad, los rayos de luz entran al ojo, donde los cristalinos se curvan y enfocan los rayos sobre la retina. Los cristalinos cambian de forma para permitirle al ojo enfocar los objetos a diferentes distancias. Eso es lo que se conoce como refracción (la presbicia es un problema de refracción, y es común que se presente junto con otros errores de refracción como la miopía, la hipermetropía (hiperopía) y el astigmatismo. Asimismo, es posible tener un tipo de error de refracción en un ojo y un error de refracción diferente en el otro).
Pero volvamos a la presbicia. Durante la infancia, los cristalinos comienzan a endurecerse lentamente y a perder la capacidad de cambiar de forma. Cuando llegamos a los 40 años de edad, los cristalinos ya pueden tener problemas para enfocar a una distancia corta, lo que hace que comiences a tener problemas de visión borrosa cuando tratas de realizar tareas que requieren un enfoque de cerca, como leer o enhebrar una aguja. Luego, los cristalinos continúan endureciéndose hasta alrededor de los 65 años.
Si estás cerca de los 40 años, entonces, presta atención a estos síntomas:
- Dificultad para leer letras pequeñas
- Tener que sostener lo que lees a una distancia mayor que el largo de tu brazo
- Problemas para ver los objetos cercanos
- Visión borrosa al ver objetos a una distancia habitual
- Dolores de cabeza
- Fatiga visual
Si sientes alguna de estas señales, es importante que visites al oftalmólogo para que te haga un examen completo de los ojos, con dilatación de las pupilas, y pueda recomendarte un tratamiento apropiado. En general, la presbicia o presbiopía (así como los otros problemas de refracción) se corrige con el uso de anteojos. Y si ya usas gafas o lentes de contacto y aun así tienes algunos de los síntomas mencionados, es posible que necesites una receta nueva. No dejes de consultarlo con un especialista.
Lamentablemente, la presbicia no puede prevenirse. Sin embargo, siempre hay cuidados que puedes tener para mantener la buena salud, y en este caso, la de los ojos. Por ejemplo, si trabajas muchas horas frente a una computadora u ordenador, se recomienda quitar tu vista del monitor por diez minutos mínimo una vez por hora, para que la vista no se canse tanto. La idea no es que dejes de leer en el monitor para leer tus apuntes en el papel, sino hacer que los ojos miren a objetos en la distancia y en distintas profundidades. Del mismo modo, asegúrate de usar luz brillante cuando leas, para ayudar a tus ojos a que puedan enfocar sin tanto esfuerzo.
Y por supuesto, visita a un oftalmólogo, o sea al especialista de los ojos, al menos una vez por año, sobre todo si ya has atravesado la barrera de los 40.
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