Una investigación reciente ha detectado que el uso de un tipo de antibiótico en particular podría estar relacionado con una lesión grave en la retina que puede conducir a la ceguera. Si bien las posibilidades de que esto ocurra son mínimas, no está de más que conozcas los síntomas del denominado desprendimiento de la retina.
El uso de ciertos antibióticos que pertenecen a las denominadas fluoroquinolonas parece asociarse con un riesgo mayor de sufrir una condición en los ojos conocida como desprendimiento de la retina, una emergencia médica muy grave que puede llevar a la ceguera.
Esto fue lo que encontró un grupo de científicos del Instituto de Investigación Infantil y Familiar de Columbia Británica, en Vancouver, en Canadá, que analizó los expedientes de casi un millón de pacientes que consultaron a un oftalmólogo ( el médico especialista en los ojos) entre enero de 2000 y diciembre de 2007.
Los investigadores hallaron que los pacientes que sufrieron desprendimiento de la retina tenían más posibilidades de ser miopes, padecer de diabetes o haberse sometido a una cirugía para las cataratas. En total, fueron más de 4,300 los que sufrieron desprendimiento de la retina, de los cuales el 3.3 por ciento tomaba fluoroquinolonas.
Estos antibióticos, que son comúnmente recetados y se utilizan para combatir una variedad de infecciones provocadas por bacterias, ya se habían relacionado con otros problemas de los ojos como perforaciones de la córnea, neuropatía óptica y hemorragias de la retina.
Ahora, este estudio que ha sido publicado en la edición del 4 de abril de la revista Journal of the American Medical Association, es el primero que relaciona a las fluoroquinolonas con el desprendimiento de retina, aunque la cifra sigue siendo muy pequeña: si bien quienes toman fluoroquinolonas mostraron tener casi cinco veces más posibilidades de sufrir de desprendimiento de retina, el riesgo absoluto siguió siendo de apenas 1 en 2,500.
Como su nombre lo indica, el desprendimiento de la retina es la separación de la retina de sus capas de soporte. La retina es la membrana sensible a la luz que bordea toda la parte posterior del ojo, y es clave para tener una visión clara.
¿Por qué? Porque la retina es la encargada de convertir en impulsos eléctricos los rayos de luz que se enfocan en ella a través de la córnea, la pupila y el cristalino. Esos impulsos eléctricos viajan a través del nervio óptico hacia el cerebro, donde se interpretan como las imágenes que vemos.
El desprendimiento de retina puede producirse por un desgarro o perforación en la retina, por donde se pueden filtrar los líquidos del ojo, y así la separan de la parte posterior que la sostiene.
La causa más frecuente del desprendimiento de la retina son los traumatismos. Esto se conoce como desprendimiento vítreo posterior, y el riesgo de sufrirlo luego de un golpe en la cabeza, por ejemplo, es mayor en las personas ancianas o con tumores.
Otro tipo de desprendimiento de retina es el denominado desprendimiento por tracción, y se observa en personas con diabetes no controlada, cirugía previa de la retina o que tienen inflamación crónica.
Entre los síntomas del desprendimiento de la retina se encuentran:
- Una aparición de centelleos o destellos de luz brillante, de manera repentina.
- Una sombra en la periferia o a un costado del campo de visión.
- Visión borrosa.
- Un aumento repentino en el tamaño y el número de “moscas volantes” o puntos “flotantes”.
- Sombras o ceguera en una parte del campo visual de un ojo.
- Una cortina gris en movimiento en medio del campo de visión.
- Una disminución repentina de la visión.
Ante un desprendimiento de la retina, es necesario realizar cirugía de emergencia para evitar la pérdida de la visión. Por eso, es importante que conozcas estos síntomas, especialmente si eres de las personas que tienen más posibilidades de sufrir este problema, como quienes tienen miopía, los que han tenido una cirugía de cataratas, sufren de glaucoma, tienen lesiones severas en los ojos, han tenido un desprendimiento de la retina en el otro ojo, tienen antecedentes familiares de desprendimiento de la retina o tienen áreas débiles de la retina (que han sido detectadas por un oftalmólogo durante un examen ocular).
Recuerda que estas condiciones indican que tienes más posibilidades de sufrir un desprendimiento de retina que las personas que no presentan ninguna de estas condiciones, pero no significa que eso vaya a ocurrirte necesariamente. Simplemente es importante estar alerta, para poder actuar con rapidez ante una emergencia.
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