Cuando el cáncer avanza puede expandirse desde el lugar en el cuerpo donde se originó a otras partes del mismo. Eso es lo que se conoce como metástasis. Cuándo y de qué modo lo hace es difícil de saber. Un nuevo estudio relaciona a una proteína con la expansión del cáncer de mama al pulmón. Estos hallazgos permitirían detectar de antemano el riesgo de desarrollar esta metástasis así como de encontrar nuevas formas de combatirla. Sigue leyendo para que te informes bien.
Una de las principales preocupaciones en temas de salud es el cáncer, no importa en cuál órgano se desarrolle, ya que muchas veces puede volverse una enfermedad agresiva y difícil de combatir. Mucho más cuando se traslada del punto de origen a otras partes del cuerpo, afectándolo en varios frentes.
Para decirlo de un modo sencillo, nuestro cuerpo está compuesto por muchos tipos de células diferentes. Cuando aparece el cáncer significa que en algún lugar se ha formado una célula extraña o anormal, que empieza a crecer como cualquier otra célula y tratar de hacerse un lugar entre las que normalmente se desarrollan en el cuerpo.
Es como una invasión: las células del cáncer quieren conquistar un territorio que no les pertenece, y según qué lugar invadan será el nombre o el tipo de cáncer que se forme. Por ejemplo, si se aloja en el estómago será cáncer del estómago, si lo hace en el pulmón será cáncer de pulmón y así sucesivamente, según donde se origine el tumor.
Cuando una célula tumoral maligna o cancerígena que se desarrolló en un lugar del cuerpo sigue su conquista y se instala en otra parte, se dice que hay metástasis, por ejemplo, cuando nace en el estómago y se expande al páncreas.
En este caso, la metástasis en el páncreas es diferente al cáncer del páncreas propiamente dicho ya que, en el primer caso, es la misma célula que se desarrolló en el estómago la que luego invade al páncreas. Sigue siendo cáncer de estómago atacando al páncreas en su proceso de expansión.
Lo mismo ocurre con el cáncer de mama o seno, que es la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres de todo el mundo. Y al igual que en otros casos, cuando el cáncer de mama avanza puede trasladarse a otras partes del cuerpo y formar metástasis: en los huesos, el hígado o los pulmones, por nombrar sólo algunos ejemplos.
En busca de nuevas formas de combatir esta enfermedad, un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), en España (en colaboración con otras entidades e institutos de investigación europeas), ha encontrado que una proteína denominada peroxirredoxina 2 (PRDX2) podría estar involucrada específicamente en el desarrollo de la metástasis del cáncer de mama en los pulmones.
La PRDX2 es una enzima que protege a las células de los radicales libres, que son los responsables de dañar los tejidos y producir envejecimiento y algunas enfermedades. Del mismo modo, una cantidad elevada de PRDX2 también protegería a las células del cáncer de mama y promovería su crecimiento y su proliferación en los pulmones.
Para llegar a estos resultados, que fueron publicados en la edición digital de abril de la revista Oncogene, los científicos han realizado varios experimentos en líneas celulares y en modelos animales de ratones que demuestran que niveles bajos de expresión de PRDX2 en células tumorales son suficientes para interrumpir el proceso de formación de metástasis en el pulmón.
De ser así, los especialistas no sólo podrían detectar con anticipación cuando una persona con cáncer de mama tiene riesgo de que éste se le expanda al pulmón, sino también pensar en nuevas formas de combatirlo.
Por el momento, éste es un experimento de laboratorio que brinda nuevos datos para acercarnos al conocimiento sobre cómo se desarrolla el cáncer y la metástasis (su expansión a otros sitios).
Mientras tanto, recuerda que con un estilo de vida saludable (que incluya ejercicios y una alimentación apropiada) es posible disminuir las posibilidades de que éste se desarrolle y, en caso de que estés leyendo este artículo porque has sido operada del cáncer de mama, recuerda que cada caso es diferente y que el tumor maligno no tiene necesariamente porqué expandirse a otras partes del cuerpo. Sólo debes seguir los cuidados que te ha indicado el médico y no dejar de hacerte los controles periódicos para estar siempre alerta y dar batalla, en caso de que haya alguna nueva amenaza.
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