Una tendencia generalizada en los países desarrollados en los últimos años es lo tarde que se tiene el primer hijo. En algunos lugares esta edad supera los 30 años. Esto es un factor determinante a la hora de buscar un embarazo, ya que el número de óvulos disponibles va disminuyendo con el paso de los años, al igual que su calidad, siendo un factor con una importancia clave sobre todo a partir de los 35 años. Pero un embarazo es cosa de dos y tampoco hay que perder de vista que los hombres pueden tener también problemas de fertilidad.
Según la Sociedad Española de Fertilidad, entre el 15 y el 20% de las parejas españolas en edad reproductiva tienen problemas para conseguir un embarazo, una cifra que se espera que incluso se incremente en los próximos años. “Se está observando en los últimos años que cada vez hay más problemas entre los jóvenes que quieren tener hijos. No sabemos si puede tener algo que ver el uso anticipado de la píldora, pero es un problema que es evidente” explica Mercedes González, secretaria del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.
No se trata por supuesto de un fenómeno en exclusiva de España, y otros países occidentales también están viendo como se reproducen de forma similar estas tendencias. En este contexto han ido apareciendo en los últimos años diferentes test de fertilidad, tanto masculinos como femeninos, con los que intentar ofrecer una ayuda a esa pareja que busca un hijo. Pero ¿hasta que punto estos test de fertilidad pueden ayudar a una pareja que quiere tener un hijo?
¿Cuándo hay un problema de fertilidad?
Lo primero es definir cuándo puede haber un problema de fertilidad. Al tener dudas acerca de esta cuestión, utilizar estos test no va a servir de mucha ayuda e incluso pueden acabar generando un estrés en la pareja que vaya en detrimento de su objetivo de lograr un embarazo. “La Organización Mundial de la Salud lo que nos recomienda simplemente para saber si una pareja es fértil o no es que mantengan relaciones sexuales continuas regulares durante un periodo de seis meses. Si en ese tiempo no se consigue un embarazo se puede empezar a considerar que hay un problema de fertilidad” explica el Dr. Marcos Messeguer, embriólogo y supervisor científico de Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) de Valencia, España. “Pero esto también depende de cada pareja. No es lo mismo una pareja en la que ella tiene 29 años que otra de 38. En el primer caso quizás puede esperar un año mientras que la segunda no dispone de tanto tiempo”.
Test de fertilidad masculinos
Los test de fertilidad masculinos se centran en el semen y pueden hacerse pruebas tanto en un laboratorio como utilizando test que se pueden encontrar en una farmacia. En el primer caso lo que hay que realizar es un espermiograma. “El hombre trae una muestra obtenida por masturbación, después de unos días de abstinencia. Se comprueba que la cantidad de espermatozoides sea normal, que haya una buena movilidad y que tengan buena morfología. Esto sería lo básico y este estudio del varón lo hacemos a todas las parejas que vienen a nuestro centro. En nuestro centro hasta el 40 por ciento de los casos, que es casi la mitad, están relacionados con el factor masculino” explica el Dr. Ramón Aurell, director médico de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirónsalud Barcelona, en España.
Pero en los últimos años han aparecido diferentes pruebas que se pueden encontrar en las farmacias, aunque su resultado es más básico. “Históricamente lo que medían era la cantidad de espermatozoides de la muestra, pero ahora ya hay nuevas pruebas que también hacen un recuento de cuantos de esos espermatozoides se mueven, siendo unos test más elaborados” comenta el Dr. Marcos Messeguer.
“Sin embargo, ningún test valora la morfología, aunque eso tampoco está demostrado que sea una información fundamental. El hecho de que haya una mala morfología no implica necesariamente tener un problema de infertilidad” añade el Dr. Messeguer, quien además apunta que en esta cuestión sigue habiendo un alto grado de subjetividad.
Factores para tener en cuenta antes de hacer un test
Antes de realizar un test de fertilidad masculino, tanto de farmacia como en un laboratorio, conviene tener en cuenta algunos parámetros. Así, es necesario dejar un tiempo entre eyaculaciones para permitir que se recupere la producción. “Este tiempo nosotros lo tenemos estipulado entre tres y cinco días. Ni mucho ni poco, porque el hecho de que haya pasado mucho tiempo tampoco es bueno” apunta el Dr. Marcos Messeguer.
Existen también otros factores que pueden influir en el resultado de estas pruebas. Así, por ejemplo, algunos procesos víricos muy fuertes pueden afectar a la producción del semen. “Lo ideal es que el varón cuando se hace la prueba esté sano y no tenga ninguna enfermedad ni tratamiento que pueda afectar a la calidad seminal” añade el Dr. Messeguer.
Sobre la utilidad de estos test masculinos, el experto apunta principalmente a que pueden ayudar en el diagnóstico precoz. “Un varón con fertilidad comprometida cuya pareja es joven no tendrá mayores problemas. Pero si su pareja tiene ya una edad cercana a los 35, pueden aumentar las posibilidades de tengan dificultades para tener un hijo y entonces, saber de antemano este dato, puede tener cierto valor a la hora de tomar decisiones” continúa explicando el Dr. Marcos Messeguer.
¿Cómo determinar la fertilidad de una mujer?
La mujer nace con todos los óvulos que tendrá a lo largo de su vida y con la edad estos van disminuyendo, así como su calidad. Para conocer cuál es la reserva ovárica, es decir, la cantidad total de ovocitos que la mujer tiene en sus ovarios, es necesario realizar dos pruebas. “Una cosa es la ecografía que nos ayuda a realizar el recuento de folículos antrales. Además se hace un análisis de sangre para determinar la cantidad hormona antimulleriana. Si los dos son normales, esa mujer tiene una buena fertilidad” explica el Dr. Ramón Aurell. “Pero la edad sigue siendo muy importante. Puedes tener una prueba de fertilidad buena en una mujer, pero esta tener 43 años. Entonces tienes un problema, porque el óvulo ha envejecido y será muy difícil que se quede embarazada” añade el experto.
Estas pruebas ayudan a determinar si hay un problema importante de fertilidad en la mujer, pero existen otros test que permiten saber información adicional para conocer en qué momento es más fértil. “Se puede medir la ovulación, luego también hay termómetros específicos basales e incluso algunas pruebas que ayudan a conocer el estado del moco cervical” explica Mercedes González, quien apunta como este moco cambia de textura dependiendo de la ovulación. “Hay un momento en que es más denso y que actúa como una especie de barrera, mientras que a medida que pasa el ciclo se vuelve más ligero permitiendo el paso del espermatozoide” añade González.
Sin embargo, los más comunes entre los test femeninos son los que comprueba el nivel de hormona luteizante o HL. “La ovulación está marcada por esta hormona. Durante el ciclo se va incrementando hasta llegar a un pico. Una vez que se detecta, sabemos que en aproximadamente en 24 o 36 horas se produce la ovulación” explica el Dr. Marcos Messeguer. “Esto te ayuda a saber que la mujer está ovulando, pero no tienes ni idea de cuantos folículos hay y tampoco tiene en cuenta una variable tan importante como es la edad de la mujer, así que poco ayudan realmente estos test en el caso de que haya un problema. Un porcentaje importante de pacientes a las que hacemos tratamientos de reproducción asistida ovulan con normalidad. El hecho de que ovules no te dice que eres fértil” añade.
Por Miguel Ramudo
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