Un desgarro en la pierna sucede cuando un músculo se estira más allá de sus límites hasta que se produce una contracción que puede romper las fibras musculares. Puede ocurrir en el músculo de la pantorrilla, en el músculo plantar delgado, en el muslo o en los cuádriceps. Los desgarros se clasifican según la gravedad del daño.
Los desgarros de Grado I o II normalmente se alivian con reposo, hielo, compresión del músculo con un vendaje, elevación de la pierna y el uso de AINES (como el ibuprofeno) para el dolor y la inflamación. Posteriormente, se puede requerir un programa de rehabilitación. Los desgarros del Grado III pueden requerir un yeso o, inclusive, cirugía ortopédica.
Si escuchas o sientes un crujido en el músculo; tienes dolor, inflamación o un moretón severo; sientes que la pierna lesionada es más débil que la otra; tienes dificultad para caminar; o tienes síntomas más leves, pero que no mejoran en 48 horas, consulta a tu médico o a un ortopedista, que es el especialista indicado.
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