Cuando los ligamentos y músculos de la pelvis que sostienen a la vejiga y al útero se desgastan, estos órganos pueden descender hacia la vagina y formar un bulto. Este puede asomarse o inclusive sobresalir por la apertura de la vagina. Cuando se trata del útero, se le llama prolapso del útero. Cuando desciende la vejiga, se le llama prolapso de la vejiga o cistocele.
La causa más frecuente de el desgaste o debilitamiento de los músculos o ligamentos de la pelvis es el parto, sobre todo en las mujeres que han tenido embarazos múltiples. Pero también puede ser causada por la tos crónica o por el estreñimiento (constipación) crónico. También se debilitan después de la menopausia debido a la disminución en el estrógeno.
Los casos leves (entre el 80 y el 90%) no causan síntomas. Se pueden hacer ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos pélvicos. Para los casos más severos se puede usar un pesario, que es una especie de anillo gomoso que eleva al útero y a la vejiga o hacer una cirugía correctiva para evitar incontinencia urinaria u otros problemas urinarios y de disfunción sexual. Consulta con tu ginecólogo(a).
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