El tratamiento de Radioterapia contra el cáncer puede agotar tus energías y hacer que te sientas cansado y con fatiga de forma permanente. En Vida y Salud te explicamos a qué se debe este cansancio y te damos algunos consejos para manejarlo. Así podrás continuar con tu vida de la mejor manera posible durante el tratamiento.
El cansancio que surge cuando te están dando el tratamiento contra el cáncer no es lo mismo que sentirte cansado después de una larga caminata por el parque o de un día intenso de trabajo. La diferencia está en que ese cansancio se alivia fácilmente con sólo sentarte un rato en el sofá o durmiendo.
En cambio, la fatiga que puedes sentir después del tratamiento de la radioterapia es diferente. Se podría describir como el no tener energía, ni física ni mental, para hacer tus actividades diarias, desde que te levantas por las mañanas, falta de energía para ir a trabajar o a estudiar, o simplemente para salir a hacer la compra de la comida. Además, no se alivia simplemente sentándote a descansar.
Este cansancio o fatiga se conocen como efectos secundarios tempranos de la radioterapia, porque surgen durante el tratamiento y duran sólo unas cuántas semanas después de que se termina. El problema es que a veces el cansancio llega a ser tan intenso, que tu vida normal podría verse seriamente afectada pues quizá no te sientas capaz de trabajar, de compartir con tu familia o tus amigos y algunas veces quizá no tendrás ánimos ni siquiera de ir hasta el centro médico para continuar con tu tratamiento.
¿A qué se debe este cansancio? De todos los cambios físicos que sufre el cuerpo durante la radioterapia, es difícil definir cuál es el causante directo de la fatiga o si es simplemente que se suman varios factores. Puede deberse a que tengas anemia, a falta de minerales, a depresión, o simplemente al estrés y la ansiedad causadas por la enfermedad y el tratamiento. No te olvides que la radioterapia puede ser un tratamiento fuerte para tu cuerpo y por lo tanto tus energías se pueden agotar más fácilmente.
De todos modos, eso no quiere decir que debes simplemente hacerte a la idea y sentarte a esperar que el cansancio se vaya y vuelva tu energía normal. Hay muchas cosas que puedes hacer para aliviar el cansancio o simplemente para hacer tus días más fáciles.
Aliméntate bien. El comer bien es esencial para sentirse saludable y con energía. Por eso en este momento no debes descuidarte en relación a tu alimentación. Tu médico te puede recomendar una dieta saludable durante el tratamiento.
Haz ejercicio. Aunque te suene contradictorio, el quedarte en cama durmiendo no es la solución para el cansancio causado por la radioterapia. Al contrario, puede hacer que te sientas peor. Se ha comprobado que muchos pacientes con cáncer que están recibiendo el mismo tratamiento, se sienten mejor cuando hacen entre 15 y 30 minutos de ejercicio ligero diariamente, por la energía que se libera en todo el cuerpo. El salir a caminar, nadar o montar en bicicleta son buenas opciones
No te exijas de más, descansa. Cuando planees tu día, haz sólo lo que sea más importante para ti y ten claros los límites de tu capacidad. Es decir, no te comprometas a hacer algo que no puedes y acomoda tus horarios de trabajo de acuerdo con tus posibilidades.
Además, ten en cuenta que siempre necesitarás un rato para descansar entre las diferentes actividades. Pequeñas siestas durante el día o aunque sea 15 minutos de descanso entre las actividades, te ayudarán. Y durante la noche, duerme mínimo 8 horas.
Organiza tu lugar de trabajo y tu casa. Trata de ubicar a tu alcance las cosas que más necesitas y que usas a diario. Si te gusta tomar agua o jugo, ten siempre una jarra llena a mano; pon tu ropa en el lugar más accesible del armario; estaciona el auto cerca; etc.
Pide ayuda. Tus amigos y familiares quieren ayudarte, pero no saben cómo. Esta es una de las mejores oportunidades que tienen para hacerlo y que a ti te viene de maravilla. Por ejemplo, pide ayuda con las tareas del hogar que te quitan mucha energía, como hacer las compras, cocinar, limpiar y ordenar, o lavar la ropa. También pueden llevarte a tus citas médicas para que no tengas que conducir.
Si el cansancio no se mejora con estas tácticas, habla con tu médico. Él o ella podrían tener otras recomendaciones, o quizá sugieran interrumpir el tratamiento por un tiempo mientras recuperas tus energías.