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  • 5 de cada 100 niños tiene TDAH
  • Cada vez hay más tratamientos, pero se asocian con efectos no deseados
  • El tratamiento está recomendado a partir de los 6 años de edad
  • Existen numerosos tratamientos no farmacológicos, que funcionan mejor junto a medicación
  • Es precisa mucha más medicación
  • El diagnóstico debe realizarlo un médico con experiencia en TDAH

El trastorno por déficit de atención por hiperactividad (TDAH, o ADHD por sus siglas en inglés) afecta a, aproximadamente, 5 de cada cien niños en Estados Unidos, según datos de 2021 del Centro de Control de Enfermedades. En total se calcula que hay casi 9 millones de adultos con TDAH en Estados Unidos.

Los pediatras señalan que un tratamiento efectivo es esencial para mejorar las respuestas clínicas en los jóvenes. Y, para determinarlo, investigadores de diferentes centros, liderados por la Dra. Susanne Hempel, de la Universidad del Sur de California, revisaron toda la evidencia científica disponible: en total, se analizaron 312 estudios en 540 publicaciones distintas, aparecidos en 43 años (entre 1980 y 2023). El trabajo se ha publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Pediatrics, de la Academia Americana de Pediatría.

La principal conclusión es que hay un número creciente de tratamientos disponibles, que mejoran los síntomas del TDAH y otras conductas negativas, especialmente en los niños en edad escolar. Pero se advierte que, a pesar de que siguen siendo importantes opciones de tratamiento, se asocian con efectos no deseados como, entre otros, la falta de apetito.

Las guías de práctica clínica, en la actualidad, recomiendan que el tratamiento farmacológico comience a partir de los seis años de edad, utilizando siempre medicamentos aprobados por la FDA. Y también llega a la misma conclusión el artículo de Pediatrics.

En cuanto a los tratamientos no farmacológicos, se destacan:

  • Los tratamientos psicosociales
  • El apoyo a las madres y a los padres
  • Las intervenciones en el ámbito escolar
  • Ejercicio físico
  • El entrenamiento cognitivo para mejorar la atención, la memoria o la velocidad de procesamiento
  • El neurofeedback (o biofeedback) para mejorar la capacidad de autorregulación
  • Suplementos como omega-3, vitaminas y cambios de dieta, evitando azúcar y otros carbohidratos simples, cafeína y aditivos artificiales, como los colorantes alimentarios
  • Tratamientos alternativos como la acupuntura, la homeopatía y la hipoterapia no han demostrado que mejoren los síntomas

Todos estos abordajes han demostrado tener mucho menos efecto si no se acompañan de medicación.

Más investigación

Para el futuro, los autores del trabajo recalcan que deben realizarse más estudios en el tratamiento psicosocial, de apoyo a los padres, en el entorno escolar, de neurofeedback y de nutrición. Y que deben emplear intervenciones más uniformes que proporcionen más evidencia científica.

Además, se subraya que son necesarios más estudios para evaluar la eficacia a largo plazo y cumplimiento de los tratamientos y su seguridad, incluyendo a niños en edad preescolar.

Diagnóstico

En cuanto a las herramientas de diagnóstico, los mismos autores han publicado otro trabajo en Pediatrics en el que se analizaban otros 231 estudios. La principal conclusión es que un diagnóstico válido precisa del criterio de un médico con experiencia en la evaluación de jóvenes con y sin TDAH.

Además, el diagnóstico debe hacerse con la ayuda de escalas estandarizadas y con la información de muchos entornos, incluyendo a las madres y padres, los profesores del colegio y los propios niños.

 

Por Javier Granda Revilla
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