El té matcha últimamente ha ganado muchos adeptos, y con justa razón. Originario de China, pero perfeccionado en Japón, es el polvo de las hojas del té que se dejó a la sombra por un tiempo para concentrar al máximo los nutrientes y sabores. Este tipo de té, muy cercano al verde por el poco tiempo de secado y oxidación, requiere de un proceso meticuloso de preparación, haciéndolo indicado para vivir un tiempo de relajación.
Dentro de los tipos de té, los cuales se diferencian por el tipo de secado y oxidación de la hoja, el té matcha es el polvo de la hoja completa del té, no solo una infusión. Esto lo carga con nutrientes tales como antioxidantes, vitaminas, minerales, fibra y aminoácidos. Además, tiene altos niveles de teína lo que da un golpe de energía.
El té matcha se ha popularizado por su forma particular de preparación y por su intenso pero especial sabor. Para realizarlo es necesario mezclar el polvo de las hojas de té matcha con un líquido caliente, lo que necesita de un delicado proceso de batido. Además, esto le da mucha versatilidad para creaciones culinarias dulces o saladas. Prueba usarlo en tus pasteles o salsas.

Quizá has oído hablar de la ceremonia del té japonesa, un proceso cargado de simbolismos y que representa la historia de este país. Pero ¿qué es lo que preparan en esta ceremonia? Se trata del té matcha. En este artículo te hablaremos de este tipo de té, las razones de su preparación y sus beneficios en comparación con otros.

¿Todo té es igual?

No, porque, aunque todos vienen de la Camellia sinensis, hay más de 20 mil variantes de esta planta en el mundo. Además, el té, que es una infusión de la hoja, varía según el tipo de secado y tratamiento que se haga con esta, formando:

Té Verde: Es el más tomado en Asia. En general son secados por muy poco tiempo. Al estar más fresco, su sabor es natural y delicado. Mira sus características en estos artículos.
Té blanco: Se produce similar al té verde, pero en este caso con hojas que aún no están maduras. Esto le da un sabor delicado con sutiles notas florales y un color casi transparente.
Té Oolong: Está un poco más seco que el verde, por lo que se oxida más, dejando un color y sabor más robusto, pero aún afrutado y cremoso.
Te negro: Es el más querido por el occidente, con muchas propiedades. Este té es secado completamente, logrando una alta oxidación y, por tanto, un sabor más intenso. Permitiendo que se mezcle con especias o cítricos generando el Earl gray, Chai, English breakfast o alguno con sabor a navidad.
Te rojo: Muy similar al té negro, se elabora a partir de hojas de té post-fermentadas, que se almacenan en barricas de bambú durante al menos 2 años y hasta incluso más de 60.

¿Y el matcha? Es en realidad un tipo de té verde que se prepara con hasta un mes de antelación previo a la recogida de sus hojas, dejando la planta por un mes a la sombra, asegurando que estén ‘recargadas’ de color y sabor. Aunque muchos lugares especializados en la confección del matcha no revelan sus secretos, se conoce que luego de un secado leve al aire y en ollas especiales, se muele lentamente hasta formar un polvo muy fino.

Sabor, ceremonia, bienestar

Las ceremonias nos traen un disfrute extra; una cafetera nos lleva a vibrar con cada paso de la extracción del café. Bueno, hacer té en hoja o el matcha también. Además, hay muchos beneficios, veamos:

Explosión de sabor: Para los expertos, el sabor del matcha es un gusto adquirido. Por haber estado las hojas a la sombra, los sabores se concentran produciendo un té dulce, pero levemente amargo, con muchas variedades de notas frutales y también umami (es un sabor que hace sentir sabroso algo, como una carne).
La ceremonia: Al ser un polvo requiere que sea batido y homogenizado en el agua caliente. Por ello se utiliza un batidor de mano, el chasen, hecho de bambú. El preparado debe hacerse con calma, lo que obliga a vivir en el momento, muy conectado con el mindfulness.
Muy saludable: Por la concentración de la hoja, el matcha tiene mayor cantidad de los componentes que hacen al té en general tan beneficioso. Es rico en antioxidantes, lo que se ha visto que beneficia la salud cardiaca, el metabolismo y enriquece el sistema inmune. Además, tiene ciertos aminoácidos, vitaminas A, C y E, potasio y fibra, que lo nutren aún más. Ya que te ‘tomas-comes’ toda la hoja, no solo la infusión.
Golpe de energía: La teína (un tipo de cafeína) está en altas cantidades; que asegura tener una mañana o tarde con un golpe de energía. Pero tampoco tanto como para impedirnos dormir por la noche.

Trae el matcha a tu vida

Como ves, el matcha en tu día a día puede ser una opción saludable y deliciosa. Algunas formas pueden ser:

Matcha latte: Mezclando el polvo de matcha con leche tibia se puede formar un cremoso matcha. Si le agregas un poco de endulzante, no azúcar, también puede ser una opción saludable.
Un smoothie: Quizá en la mañana te haces un batido o malteada, si le agregas una cucharada de matcha, aumentaras el golpe nutritivo.
En el horno: Experimenta con el matcha en tus pasteles, hotcakes, o muffins. Incluso unas galletas o helados pueden tener un nuevo giro con el matcha.
Salado también: Aunque no lo parezca puedes agregar el matcha a salsas, cremas o para sazonar el arroz. Su sabor versátil se puede adaptar a cualquier creación culinaria.

A medida que el matcha continúa ganando popularidad en el mundo, este deja de ser solo un té y se ha transformado en un viaje de experiencias donde se mezcla el sabor, la tradición y el bienestar. Si lleva siendo tomado por tantos siglos, por algo será.

Por Carlos Diego Ibáñez
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