- Algunos tipos de cáncer, como el de mama o el de próstata, pueden requerir tratamiento hormonal durante muchos años incluso cuando la enfermedad se considera “curada”
- Las mujeres jóvenes en tratamiento hormonal para el cáncer de mama que quieren tener hijos se pueden enfrentar al dilema de tener que suspender el tratamiento con el posible riesgo que ello conlleva
- Un nuevo estudio concluye que la interrupción temporal de la terapia hormonal en mujeres jóvenes con cáncer de mama no aumenta el riesgo a corto plazo de recurrencia de la enfermedad
El tratamiento de algunos tipos de cáncer requiere el uso de hormonas, a veces, durante muchos años incluso cuando la enfermedad se considera “curada” o en remisión. Entre ellos se encuentran algunos tipos de cáncer de mama que puede afectar a mujeres jóvenes en edad reproductiva. Pensar en un embarazo plantea un gran dilema, ya que eso implica tener que dejar de tomar hormonas durante, al menos, los meses que dura el embarazo. Eso plantea un gran dilema. Pero si es tu caso, hoy te tenemos una buena noticia.
Un estudio clínico publicado en la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine (NEJM) ha revelado que la interrupción temporal de la terapia endocrina en mujeres jóvenes con cáncer de mama no aumenta el riesgo a corto plazo de recurrencia de la enfermedad. Este hallazgo es especialmente relevante para aquellas mujeres que desean intentar quedar embarazadas.
El estudio se llevó a cabo en un grupo de mujeres de 42 años o menos con cáncer de mama con receptores hormonales positivos, es decir, que requieren tratamiento con hormonas. Los investigadores querían evaluar los efectos de la interrupción temporal de la terapia hormonal en el intento de embarazo.
Entre las 516 mujeres participantes, con una edad media de 37 años y un tiempo promedio de 29 meses desde el diagnóstico de cáncer de mama hasta la inscripción en el estudio, el 93,4% presentaba enfermedad en etapa I o II. De las 497 mujeres que se siguieron para evaluar su estado de embarazo, el 74% tuvo al menos un embarazo y el 63,8% tuvo al menos un nacimiento vivo. En total, nacieron 365 bebés.
Después de más de 3 años de seguimiento, los investigadores pudieron comprobar que el porcentaje de casos de mujeres que sufrieron recaídas de la enfermedad era similar al estándar, es decir, que suspender la terapia hormonal durante los meses del embarazo no aumentó el riesgo de que el cáncer volviera a aparecer, al menos a corto plazo.
El Dr. Miguel Martín, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón y presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), en declaraciones al Science Media Centre España, dice que “ya se sabía que el embarazo no empeoraba el pronóstico de las mujeres con cáncer de mama. También muchos oncólogos debatíamos con las pacientes la posibilidad de interrumpir transitoriamente el tratamiento endocrino para permitir un embarazo muy deseado y lo hacíamos, pero ahora hay evidencia prospectiva que apoya esa opción gracias al estudio”.
A su juicio, “este estudio da tranquilidad a los médicos y pacientes que ya anteriormente se decidían a una interrupción de la terapia endocrina (después de al menos dos años de la misma) para permitir un embarazo”.
Aunque estos resultados son esperanzadores y podrían dar esperanzas a muchas mujeres que se enfrentan al dilema de tener que interrumpir su tratamiento durante el embarazo, es necesario estudiar los efectos a largo plazo de esta interrupción del tratamiento hormonal.
Por Karla Islas Pieck
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