Aunque no hay pruebas de que el cáncer conlleve un riesgo mayor de contraer gripe o influenza, sí se sabe que los pacientes y sobrevivientes de dicha condición tienen mayores probabilidades de sufrir complicaciones por esa causa. Por lo tanto, si padeces de cáncer, es importante que tomes medidas, sobre todo si vives en el hemisferio norte, ya que en esa zona geográfica la temporada de gripe e influenza alcanza su pico en pleno invierno, específicamente en los meses de enero y febrero.
El cáncer y sus tratamientos debilitan el organismo y su sistema de defensa. Es por eso que los pacientes o sobrevivientes de cáncer deben tomar precauciones adicionales para evitar contagiarse, especialmente de la gripe o influenza que podrían acarrear complicaciones no sólo molestas sino peligrosas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) recomiendan la vacunación a quienes tienen cáncer, entre otras personas de alto riesgo. Si aún no te has vacunado, consulta con tu oncólogo para asegurarte si esta opción te conviene. Y sigue además los sencillos consejos que te damos para evitar lo más posible la gripe o influenza, que no es lo mismo que un catarro o resfriado común.
La influenza o gripe es una enfermedad muy contagiosa, causada por varios virus que afectan el sistema respiratorio. Las personas que la padecen se la pueden transmitir a otros individuos sanos hasta a una distancia de seis pies (alrededor de 2 metros), incluso desde un día antes de desarrollar los síntomas y hasta cinco días después de enfermarse. Esto significa que puedes transmitir la gripe (o contagiarte de ella) incluso antes de saber que la contrajiste, o que otras personas a tu alrededor tengan síntomas. De ahí la conveniencia de que todos se vacunen contra la gripe a partir de los seis meses de edad, especialmente si padeces o has padecido de cáncer, ya que tu sistema inmunológico (de defensas) suele estar más débil.
Sin embargo, hay algunas personas que por su condición no deben recibir la vacuna contra la gripe o influenza, o en particular uno de sus dos tipos. Entre ellas, los que han tenido una reacción alérgica grave a los huevos o a algún compuesto de la vacuna, los que han padecido de ciertas enfermedades, como el síndrome de Guillain-Barré, o los que están padeciendo de una enfermedad moderada o grave, que deben esperar a recuperarse para recibir la vacuna. Si tienes dudas, tu médico puede ayudarte a determinar si debes o no vacunarte.
¿Sabías que hay diferentes formas de administrar la vacuna contra la gripe o influenza?
Las vacunas contra la gripe o influenza pueden ser administradas por inyección o en forma de atomizador nasal. En general, las personas con problemas de cáncer deben usar el primer tipo. Esto se debe a que la vacuna inyectada es a base de virus inactivos, y las que se aplican en atomizador nasal se hacen con virus vivos. Si tu sistema inmunológico está debilitado por padecer (o haber padecido) de cáncer, la vacuna inyectada es la que se recomienda.
Es importante que aprendas a reconocer los síntomas de la gripe o influenza y estés al tanto de los tratamientos disponibles. Entre las señales que debes tener en cuenta para reconocer la influenza están los siguientes: fiebre, escalofríos, dolor de cuerpo, tos, dolor de cabeza, congestión nasal y agotamiento, así como vómitos y diarrea. A veces, puede haber complicaciones serias como neumonía y deshidratación.
Para tratarla, los CDC suelen recomendar medicamentos antivirales (como oseltamivir o zanamivir) para tratar la infección. Estos medicamentos evitan que los virus de la influenza se reproduzcan en el cuerpo, lo que ayuda a que la enfermedad sea más leve y te alivies antes. A la vez previenen las complicaciones más graves.
¿Padeces de cáncer, o has recibido tratamientos para el cáncer (como quimioterapia o radiación) en el último mes? Acude a tu médico de inmediato si simplemente has estado cerca de una persona con gripe o influenza o con síntomas que sugieren la enfermedad. El o ella decidirá si debe recetarte medicamentos antivirales para evitar que te de la gripe o influenza.
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Aparte de vacunarte después de consultar con tu médico, debes tomar algunas medidas para protegerte o para ayudar a que no se disemine más la enfermedad. Por ejemplo:
- Si tienes o has tenido cáncer, consulta con tu médico en cuanto sientas los primeros síntomas de gripe o influenza.
- Lávate frecuentemente las manos con agua y jabón. Si no tienes agua y jabón a tu alcance, desinféctate las manos con un producto limpiador a base de alcohol.
- Si te parece que una persona está enferma, procura mantenerte a una distancia de por lo menos seis pies de ella.
- Si tienes los síntomas de la gripe o influenza, trata de permanecer en casa y descansa.
- Antes de estornudar o toser, cúbrete la boca con un pañuelo desechable para no contagiar a los demás, y tíralo a la basura de inmediato.
- Bebe agua u otros líquidos claros en abundancia para no deshidratarte.
Recuerda sobre todo, que debes tener cuidado especial si tienes o has tenido cáncer para evitar complicaciones derivadas de la gripe o influenza. Pregúntale a tu médico si debes vacunarte, y sigue al pie de la letra sus consejos sobre el tratamiento. La influenza no es lo mismo que un catarro. Puede traer consecuencias serias.
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