¿Te imaginas necesitar hacer algo que sabes que te hace daño, pero no puedes dejarlo? Bueno, eso les ocurre a las personas con tricotilomanía, también conocida como trastorno de arrancarse el cabello, es una condición compleja que se manifiesta como un impulso incontrolable de extraer el cabello de diferentes partes del cuerpo. A pesar de ser un trastorno poco discutido, afecta a una parte considerable de la población (2 de cada 100 personas) y tiene un impacto significativo tanto físico como emocional.
Tricotilomanía: Qué es y cómo reconocerlo
La tricotilomanía es mucho más que un simple hábito nervioso; es un trastorno psicológico caracterizado por un deseo recurrente e incontrolable de arrancarse el cabello. Esta acción compulsiva puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo donde crezca pelo, pero las áreas más comunes incluyen el cuero cabelludo, las cejas y las pestañas. La edad promedio del inicio es a los 17 años.
Aunque algunos podrían considerar este comportamiento como un simple mal hábito, la tricotilomanía es en realidad un trastorno mental que entra en la categoría, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), de los trastornos obsesivo-compulsivos. Muchas personas que la padecen sienten una sensación de alivio o placer después de arrancarse el cabello, lo que refuerza el ciclo del comportamiento compulsivo.
Síntomas de la tricotilomanía
Los síntomas de la tricotilomanía varían ampliamente entre las personas afectadas. Algunos experimentan episodios ocasionales, mientras que otros enfrentan una lucha constante. Entre los indicadores más comunes se incluyen:
- Pérdida de cabello visible, que puede resultar en zonas calvas. Los “pacientes en muchas ocasiones se arrancan el cabello de diversas zonas, por lo que es un porcentaje muy pequeño que tienen alopecia o calvicie. Siendo más común que suceda en mujeres que en hombres”, apunta la Dra. Yasmín María Jaramillo-Borges, Jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital Nacional del Niño en Costa Rica.
- Sensación de tensión o ansiedad antes de arrancarse el cabello. Asociado a la idea obsesiva de quitar un pelo o mechón en particular que tiene alguna característica particular. Y alivio o placer después de hacerlo.
Causas y factores de riesgo
La causa exacta de la tricotilomanía aún no está completamente comprendida, pero se cree que una mezcla de factores genéticos, neurológicos y ambientales desempeña un papel crucial en su desarrollo. Investigaciones recientes sugieren que las disfunciones en los neurotransmisores, especialmente la serotonina, podrían estar implicadas y asociarse a tics.
Según el DSM-5, para que se pueda diagnosticar este trastorno, el comportamiento debe causar angustia significativa o deterioro en áreas importantes de funcionamiento psíquico, físico y social.
Tipos de tricotilomanía
Existen dos principales tipos de tricotilomanía:
- Focalizada: Las personas son conscientes de su comportamiento y lo utilizan como una manera de lidiar con el estrés o la ansiedad. Este tipo a menudo se asocia con una sensación de tensión previa que se alivia tras arrancarse el cabello.
- Automática: Este tipo ocurre sin que la persona se dé cuenta, a menudo mientras está ocupada en otras actividades como leer, mirar televisión o pensar. Las personas pueden no darse cuenta de que se están arrancando el cabello hasta después de haberlo hecho.
Complicaciones físicas y psicológicas
Además de la pérdida visible de cabello, la tricotilomanía puede llevar a complicaciones físicas y psicológicas significativas. Un porcentaje pequeño de personas con tricotilomanía también padecen tricofagia, es decir, se comen el cabello que se arrancan. Esto puede llevar a la formación de lo que se conocen como tricobezoares, bolas de pelo en el sistema digestivo, lo que en casos extremos puede causar obstrucciones intestinales conocidas como síndrome de Rapunzel. “Este fenómeno recibe su nombre del cuento de Rapunzel, por la similitud entre la larga trenza de la princesa y el tricobezoar extendido en el tracto digestivo”, indica la Dra. Yasmín.
Impacto en la vida diaria
El impacto emocional y social de la tricotilomanía es profundo. Las personas afectadas a menudo sienten vergüenza y culpa, lo que puede llevar al aislamiento por miedo al juicio social si es descubierto por otros. Esta situación puede afectar su vida laboral, educativa y sus relaciones interpersonales.
En algunos casos, la tricotilomanía puede ser agravado por otros trastornos psiquiátricos como ansiedad generalizada, fobia social, depresión mayor, y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Estos trastornos acompañados pueden complicar el diagnóstico y el tratamiento, aumentando la necesidad de un enfoque terapéutico integral.
Tratamientos disponibles
El tratamiento para la tricotilomanía incluye:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Especialmente a través del entrenamiento en reversión de hábitos, es el tratamiento principal para la tricotilomanía. Los pacientes identifican y reemplazan el comportamiento con otras actividades más saludables.
- Farmacoterapia: Aunque no hay medicamentos específicos para la tricotilomanía, algunos estudios indican que los antidepresivos pueden ser beneficiosos. En algunos casos, se utilizan medicamentos para la psicosis que ayuda a manejar los impulsos, especialmente cuando la tricotilomanía se relaciona con trastornos de tics.
- Apoyo Psicosocial: Los grupos de apoyo y las terapias grupales ofrecen un espacio seguro donde los pacientes pueden compartir sus experiencias y estrategias de afrontamiento, increíblemente valioso para reducir la sensación de aislamiento.
- Intervenciones Quirúrgicas: En los casos de tricobezoares, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Sin embargo, es fundamental abordar el trastorno para prevenir recurrencias.
Estrategias de afrontamiento en casa
El manejo de la tricotilomanía también puede beneficiarse de estrategias de afrontamiento en el hogar, como:
- Identificar los desencadenantes del comportamiento.
- Implementar actividades de sustitución como el uso de pelotas antiestrés.
- Crear un entorno libre de estrés, que puede ayudar a reducir los impulsos.
La tricotilomanía es un trastorno crónico que puede requerir tratamiento a largo plazo. La clave para un manejo efectivo es una intervención temprana y un tratamiento integral que aborde todos los ámbitos, similar a otros trastornos. Con el apoyo adecuado, las personas con tricotilomanía pueden lograr una mejor calidad de vida.
Preguntas frecuentes
¿Cómo se diferencia la tricotilomanía de otros trastornos?
La tricotilomanía es específica en el impulso de arrancarse el cabello, mientras que otros trastornos pueden tener diferentes manifestaciones compulsivas como comerse las uñas o quitarse la primera capa de la piel.
¿La tricotilomanía tiene cura?
Aunque no existe una cura definitiva, los tratamientos actuales pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
¿Cuáles son los mejores tratamientos?
La terapia cognitivo-conductual es considerada el tratamiento más efectivo junto al apoyo psicológico y de otros profesionales.
¿Puede empeorar con el tiempo?
Sin tratamiento, la tricotilomanía puede empeorar, pero con intervención temprana, es manejable y posible volver a tener una vida plena.
¿Cómo apoyar a alguien con tricotilomanía?
Escuchar sin juzgar y animar a buscar ayuda profesional es fundamental. Sin apoyo es muy difícil lograr solucionarlo.
¿El estrés agrava la tricotilomanía?
Sí, es posible que el estrés a menudo desencadene o exacerbe los síntomas. Ya que puede formarse un círculo vicioso.
Por Carlos Diego Ibáñez
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