La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) tiene una nueva advertencia sobre el uso de una droga anticoagulante, que se vende con la marca Pradaxa, que resulta ser riesgosa para las personas que han tenido una cirugía del corazón y les han colocado válvulas cardíacas artificiales.
En algunos casos, las personas con ciertos problemas en el corazón, como los causados por infecciones (fiebre reumática y endocarditis infecciosa) o por defectos de nacimiento que pueden causar falla cardíaca o insuficiencia cardíaca necesitan colocarse válvulas cardíacas mecánicas para que el corazón pueda seguir funcionando de manera adecuada.
Cuando eso ocurre, luego de la operación, los pacientes deben tomar una medicina anticoagulante de por vida, para prevenir posibles ataques cardiacos o cerebrovasculares (ACV). Pero esos fármacos tienen un riesgo: aumentan las posibilidades de sufrir un sangrado grave cerca del corazón.
Actualmente, una de las drogas utilizadas con este fin es la denominada warfarina (que se vende bajo las marcas comerciales Coumadin y Jantoven, entre otras). Se trata de un antagonista de la vitamina K que es muy efectivo para evitar las complicaciones relacionadas con la coagulación de la sangre que sucede después de que se colocan válvulas mecánicas. Pero quienes la toman deben ser monitoreados de por vida, mediante pruebas sanguíneas mensuales, por ejemplo, y con restricciones en la dieta.
En busca de un inhibidor oral (que se toma en pastilla) directo de la coagulación, que proporcionara una protección similar a la warfarina en los pacientes con válvulas cardiacas mecánicas, pero sin la necesidad de que deban hacer los cambios en la dieta ni los controles de por vida que son necesarios cuando se usa toma la warfarina, se probó otra medicina llamada dabigatrán, que actualmente se usa para ayudar a prevenir accidentes cerebrovasculares o coágulos de sangre graves, en personas que tienen fibrilación auricular, un trastorno en el ritmo del corazón que también requiere un anticoagulante porque aumenta el riesgo de la formación de coágulos en la sangre.
Sin embargo, los resultados no fueron los esperados. El ensayo se detuvo pronto y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos emitió una alerta de “recuadro negro” que advierte que ese grupo particular de pacientes no debe tomar dabigatrán (conocida comercialmente con el nombre Pradaxa), ya que la medicina aumenta las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular o ataque cardiaco.
Financiado por Boehringer Ingelheim, fabricante de Pradaxa, este estudio que ha sido publicado en la revista New England Journal of Medicine, fue desarrollado por un equipo internacional de investigadores que, al azar, le indicaron a 252 pacientes que tenían un remplazo de la válvula aórtica o mitral, que tomaran dabigatrán o warfarina.
El resultado fue que, al 32 por ciento de los pacientes que tomaban dabigatrán se les detuvo el tratamiento o se les cambió la dosis. El 5 por ciento de ellos sufrió un ACV y el 4 por ciento tuvo un sangrado grave cerca del corazón. A diferencia, ningún integrante del grupo que tomaba warfarina tuvo un ACV y sólo el 2 por ciento sufrió un sangrado grave cerca del corazón.
Si has tenido una cirugía de corazón es importante que sigas los cuidados que te ha indicado tu médico. Y como siempre te recomiendo que no te quedes con dudas, si hay algo que te preocupa o de lo que no estás seguro o segura, haz una cita con tu especialista y pregúntale lo que no te preocupe. Es la mejor forma de aprender, de cuidarte y de tomar una actitud activa con tu salud.
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