Un reciente estudio respalda hallazgos previos que sugieren que el ajo podría reducir el colesterol.
El ajo es una hierba culinaria que se utiliza ampliamente para el tratamiento y la prevención de enfermedades cardiovasculares y del cáncer. Hay numerosos estudios que han examinado los efectos del ajo sobre el colesterol. Pero siguen siendo desconocidos sus efectos a largo plazo sobre los lípidos o sobre la morbilidad y mortalidad cardiovascular. Otras preparaciones del ajo (como el ajo con recubrimiento entérico o el ajo crudo) no han sido bien estudiadas.
Múltiples estudios anteriores en humanos han reportado que el ajo puede reducir ligeramente el colesterol total y las lipoproteínas de baja densidad (LDL o “colesterol malo”) en corto tiempo (de 4 a 12 semanas). Sus efectos sobre la lipoproteína de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”) no son claros. Esto sigue siendo un área de controversia.
En un estudio publicado en el medio profesional Journal of the Science of Food and Agriculture, los investigadores analizaron datos de 26 ensayos clínicos bien diseñados para evaluar los efectos del ajo sobre los niveles de colesterol. En general, los investigadores descubrieron que el ajo fue más eficaz para reducir el colesterol que el placebo. Los autores observaron que en comparación con los grupos de control, el ajo redujo significativamente el colesterol total y los triglicéridos. Los beneficios de ajo fueron más notables cuando se utilizó como un tratamiento a largo plazo, y en los individuos que comenzaron el tratamiento con mayores niveles de colesterol total. El ajo pareció no tener efectos significativos en los niveles de lípidos, incluyendo el colesterol HDL y LDL.
Los autores concluyeron que el ajo podría reducir el colesterol total y los triglicéridos y que puede ser considerado para las personas con riesgo de enfermedad cardíaca.
Además del ajo, varias otras terapias integrativas, como el arroz de levadura roja y el aceite de pescado, podrían reducir los niveles de colesterol.
Desde la década de 1970, los estudios en humanos han reportado que la levadura roja disminuye los niveles sanguíneos de colesterol total, LDL y triglicéridos. Los productos que contienen el extracto de arroz de levadura roja se pueden comprar, sobre todo a través del Internet. Sin embargo, estos productos pueden no ser estandarizados y sus efectos no son predecibles. Para bajar el colesterol, hay mejor evidencia para el uso de medicamentos con receta, como la lovastatina.
Hay una fuerte evidencia científica, basada en estudios en humanos, que los ácidos grasos omega-3 provenientes de los suplementos de aceite de pescado o del pescado en sí reducen significativamente los niveles de triglicéridos en sangre. Los beneficios parecen depender de la dosis. Los suplementos de aceite de pescado también parecen causar pequeñas mejoras en el colesterol HDL. Sin embargo, también se han observado aumentos en (empeoramiento de) los niveles de colesterol LDL. No está claro si el ácido alfa linolénico afecta de manera significativa los niveles de triglicéridos, y la evidencia es conflictiva en esta área. La American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) ha publicado recomendaciones para el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA). Se debe consultar a un proveedor médico calificado antes de iniciar el tratamiento con suplementos debido al riesgo de sangrado a causa de los ácidos grasos omega-3.
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