Todas las madres se preocupan por la salud de sus niños y hacen lo posible para que crezcan sanos y fuertes. Pero ¿qué ocurre cuando ignoran que hay un peligro dentro del hogar? Un estudio reciente ha detectado que una sustancia que se encuentra en algunos productos domésticos, como ciertas alfombras y antiadherentes de baterías de cocina, puede afectar el sistema de defensas de los niños.
Un grupo de sustancias químicas denominadas perfluorocarbonos (PFC), que se usan para revestir o fabricar productos resistentes al calor, el aceite, las manchas, la grasa y el agua, podría afectar el sistema de defensas de los niños. Los PFC están presentes en varios artículos domésticos como sartenes con superficie antiadherente, alfombras, tapizados, muebles, ciertas vestimentas, paquetes de comida como las bolsas de palomitas de maíz (rosetas, pochoclo, popcorn) para el microondas, pegamentos y el aislamiento de cables eléctricos.
Un nuevo estudio publicado en la edición del 25 de enero de la revista Journal of the American Medical Association, detectó que las exposición elevada a los PFC en la niñez temprana se asociaba con una disminución en la respuesta del sistema de defensas a dos vacunas de rutina: el tétano o tétanos y la difteria.
Según explicaron los investigadores, provenientes de Estados Unidos y Dinamarca, esto ocurriría porque la contaminación con PFC aparentemente haría que el sistema inmunológico o de defensas sea “más torpe”, de forma que no reaccione tan poderosamente a las vacunas como debería.
Lo que todavía no queda claro, y es materia de investigación para nuevos estudios, es si esta asociación representa un funcionamiento inadecuado del sistema de defensas en general, y si influye en el desarrollo de infecciones, de alergias e incluso de cáncer.
Para llegar a estos resultados, los científicos hicieron un seguimiento de 587 niños nacidos en las Islas Feroe (ubicadas en el Atlántico Norte entre Islandia y Noruega) entre 1999 y 2001. En ese lugar, el consumo frecuente de mariscos se asocia con una mayor exposición a los PFC.
En detalle, los investigadores midieron la exposición de los niños antes de nacer, a cinco tipos de PFC, mediante pruebas de sangre que les realizaron a las madres en las últimas semanas del embarazo. Luego, les hicieron pruebas de sangre a los niños y midieron las concentraciones de anticuerpos de las vacunas contra el tétano y la difteria en el suero, a los 5 y a los 7 años de edad.
Así encontraron que los cinco PFC medidos mostraban asociaciones negativas con los niveles de anticuerpos. En los niños que tenían el doble de los niveles promedio de PFC en la sangre a los cinco años, la respuesta del sistema inmune a las vacunas contra el tétano y la difteria a los 7 años era de apenas la mitad de lo que debería haber sido.
Un dato alarmante que se agrega a esta investigación es que la mayoría de los niveles de PFC medidos en los niños estudiados a los cinco años eran menores que los hallados en un grupo de niños de tres a cinco años en Estados Unidos, estudiados en 2001 y 2002.
En base a estos hallazgos, ¿debes eliminar todo tipo de alfombras y sartenes con antiadherente de tu hogar? Probablemente no, pero puedes reducir las veces que fríes alimentos o que haces palomitas de maíz, por ejemplo, o puedes pasar la aspiradora sobre las alfombras y los tapizados con más frecuencia para eliminar la mayor cantidad de polvo (y las partículas contaminantes) posible. Por otro lado, el uso de materiales con PFC en productos de uso doméstico debería ser revisado por la industria y el mercado en general, a medida que se vayan conociendo datos más precisos sobre su posible impacto en la salud humana.
En verdad, el modo en que la gente se expone a los PFC todavía no es del todo claro ya que, además de estar presente en productos de uso doméstico, algunos también se encuentran en el ambiente y las personas pueden estar expuestas a estos químicos al consumir alimentos o agua contaminada. Por eso, todavía hace falta más información para poder avanzar en este terreno.
Mientras las investigaciones continúan, sigue protegiendo a tu familia con cuidados prácticos de higiene y seguridad, para evitar, por ejemplo, envenenamientos con productos de limpieza o con alimentos contaminados. Y por si acaso, manda a las sartenes que tienen superficies antiadherentes a unas largas vacaciones…
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