La degeneración macular húmeda es una enfermedad de los ojos que causa pérdida de la visión rápidamente. Para su tratamiento se usa una medicina que también ayuda a combatir ciertos tipos de cáncer. Este multifacético medicamento se llama bevacizumab y comercialmente se le conoce como Avastin. Aquí te contamos sobre su “doble vida” y la forma en que puede proteger tu visión.
La degeneración macular, también conocida como degeneración macular relacionada con la edad (AMD, por sus siglas en inglés), es la causa principal de la pérdida de la visión o la ceguera en las personas de la tercera edad. La mácula es la parte de la retina que nos permite ver detalles y colores en la parte central de la visión que es la que se utiliza para leer, ver televisión, reconocer caras y conducir, entre otras actividades. Por eso, cuando la mácula se ve afectada causa distorsiones o falta de claridad en la visión central, pero no afecta la visión periférica o lateral (hacia los lados).
Existen dos tipos de degeneración macular. La más común es la denominada degeneración macular seca, que se produce cuando las células de la mácula sensibles a la luz se van deteriorando. Esta también puede convertirse en el otro tipo de degeneración macular, conocida como húmeda.
La degeneración macular húmeda ocurre cuando unos vasos sanguíneos anormales detrás de la retina comienzan a crecer debajo de la mácula. Estos nuevos vasos sanguíneos tienden a ser muy frágiles y frecuentemente gotean sangre y líquido, que levantan la mácula de su lugar normal en el fondo del ojo, lo que causa la pérdida de la visión central que sucede rápidamente.
Así como se desconoce la causa de la degeneración macular, tampoco se ha descubierto una cura, aunque sí hay varios tratamientos, con láser o a base de inyecciones en el ojo, que pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad. Una de las medicinas que se utilizan para esas inyecciones, pero sólo en el caso de la degeneración macular húmeda es el denominado bevacizumab, que se conoce comercialmente con el nombre Avastin.
Esta medicina había sido aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para el tratamiento de algunos tipos de cáncer. Por ejemplo, actualmente se usa junto con la quimioterapia para tratar el cáncer del colon (intestino grueso) o el cáncer de recto que ya se diseminó a otras partes del cuerpo; para ciertos tipos de cáncer del pulmón, para un tipo de tumor cerebral canceroso llamado glioblastoma y para el cáncer de células renales que se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
También se ha utilizado el bevacizumab para el tratamiento de cáncer de mama, pero la investigación de la FDA ha encontrado que los riesgos asociados con el tratamiento no justifican su uso, en la mayoría de los casos.
El bevacizumab pertenece a una clase de medicamentos llamados agentes antiangiogénicos, que impiden la formación de los vasos sanguíneos que llevan oxígeno y nutrientes a los tumores, lo que ayuda a retrasar su crecimiento y su diseminación (propagación).
Del mismo modo, en el caso de la degeneración macular húmeda, el bevacizumab es inyectado en el ojo por el oftalmólogo -que usa anestesia y una aguja especial muy delgada-, para tratar de disminuir la pérdida de la visión, ya que en este caso también la medicina retrasa el crecimiento de los vasos sanguíneos anormales que se forman en el ojo afectado.
Otra medicina que se usa para este tipo de degeneración macular se llama ranibizumab y se vende bajo la marca Lucentis. Además, el optometrista o el oftalmólogo también pueden recomendar lentes especiales para aprovechar la visión que queda.
Lo importante es que tengas en cuenta que siempre habrá algo por hacer. Por eso es importante que no pierdas el tiempo, y si notas algún síntoma que consultes a tu oftalmólogo (el médico especializado en los ojos) lo antes que puedas. Del mismo modo, recuerda hacerte los exámenes de la visión de rutina, recomendados mínimo una vez por año después de los 60 años de edad.
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