Frescura, vitalidad y fuerza… son atributos que asociamos con la juventud y que se van perdiendo con el paso del tiempo. ¿Te gustaría conocer una forma sencilla y accesible de contrarrestar los efectos de la edad? La clave consiste en mantener el cuerpo en movimiento. Los estudios que demuestran los beneficios que el ejercicio físico puede darle a tu salud son continuos. Practícalo a diario para mantenerte sano y lucir joven, aun con el correr de los años.
Cuenta la leyenda que el explorador español Ponce de León escuchó a los indios de Puerto Rico hablar de la fuente de la juventud y decidido a encontrarla se dirigió mar al norte, y así fue como llegó a La Florida. A Ponce y a su tripulación, que nunca encontraron la fuente, les hubiera bastado practicar abdominales en cubierta para igualar los supuestos efectos curativos y rejuvenecedores de la codiciada agua. Pero es que en aquel tiempo, se ignoraban los numerosos beneficios del ejercicio en la salud y su ayuda a la hora de contrarrestar el envejecimiento. Actualmente se conocen de sobra, pero para refrescarte la memoria, aquí tienes algunos:
- Acelera el metabolismo, ayudando a quemar calorías, a reducir el exceso de peso y a mantener un peso saludable (¿acaso no se ve más joven una persona delgada que una con sobrepeso?)
- Mejora el tono muscular, la flexibilidad y la postura (de nuevo, una persona erguida, que camine con paso firme y tenga un vientre plano y músculos firmes, se verá mucho mejor y más joven que otra que ande encorvada y tenga músculos flácidos)
- Ayuda a reducir el estrés y a dormir mejor. Todo esto favorece nuestra piel, a la renovación de los tejidos y al funcionamiento general del organismo
¿Necesitas más motivos para convencerte que tu cuerpo (y también tu mente) necesitan del ejercicio? Los estudios que demuestran cómo las actividades que te mantienen en movimiento pueden ayudarte a mantenerte sano por más tiempo no se detienen, y cada vez se descubren más ventajas de la actividad física en la salud.
Por ejemplo, en un artículo reciente de VidaySalud.com, te informamos sobre una nueva investigación que indica que el ejercicio ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar glaucoma, un problema en los ojos que representa la segunda causa de ceguera en el mundo. Y hasta se ha calculado que quince minutos diarios de ejercicios equivalen a tres años de esperanza de vida.
Otros de los beneficios del ejercicio que no nos cansamos de reiterarte son: ayuda a prevenir los ataques cardiacos y a evitar otros problemas en el corazón y el sistema circulatorio, y también ayuda a prevenir el cáncer, el Alzheimer y la diabetes.
La actividad física contribuye a mantener la presión arterial en límites normales, reduce la grasa corporal y ayuda a mantener el peso deseado, eleva el colesterol “bueno” (HDL) y baja el colesterol “malo” (LDL), mejora la circulación sanguínea y promueve el buen funcionamiento de los intestinos y el colon.
Asimismo, ayuda a mantener a los músculos y a los huesos fuertes, permite que descansemos mejor, alivia los dolores de la espalda, de los hombros y del cuello y mejora los síntomas de la fibromialgia, una enfermedad difícil de detectar, que en general afecta a las mujeres y, entre otras cosas, provoca dolores musculares generalizados y cansancio.
Ahora bien, existen distintos tipos de ejercicios y cada uno aporta distintos beneficios para la salud. Por eso los especialistas recomiendan practicar un poco de todo, incluidos los de yoga y relajación, que también son necesarios para mantener al cuerpo y la mente equilibrados.
En detalle, los principales tipos de ejercicios que se recomienda practicar son:
• Aeróbicos: correr, nadar y andar en bicicleta son ejemplos de este tipo de ejercicios que permiten aumentar la circulación del oxígeno por tu cuerpo y son ideales para mantener sano el sistema circulatorio, el corazón y la memoria, entre otros.
• De resistencia o con pesas: frecuentemente se practican con máquinas (puedes usar pesitas de mano o hasta improvisarlas usando latas o botellas de agua. También son efectivas las bandas elásticas de resistencia). Permiten quemar calorías, tonificar los músculos y fortalecer los huesos, incluso en las personas mayores. Se recomienda combinarlos con los ejercicios aeróbicos para que los resultados sean completos. Es más, hay investigaciones que comprueban que practicar los ejercicios aeróbicos y de resistencia en conjunto ayuda a combatir la diabetes.
• Por intervalos: ayudan a quemar calorías y a perder los kilos o libras de más, al mismo tiempo que permiten tonificar los músculos y a mantenerte en forma. Se hacen combinando breves períodos de esfuerzo con algunos minutos de descanso. Son una buena alternativa porque puedes incluirlos en tu rutina de ejercicios, ya sea al correr, nadar o andar en bicicleta, entre otros.
- Yoga, relajación y estiramiento: utilizan el propio peso corporal para mantener fortalecidos a los músculos, así como la flexibilidad corporal en general. También son buenos para contrarrestar el esfuerzo físico que puedas haber hecho al practicar otros ejercicios y te ayudan a mejorar la postura y la alineación natural del cuerpo, lo que reduce la presión en las articulaciones y evita lesiones innecesarias.
¿Ya tienes pensado por dónde vas a comenzar? Anímate, el ejercicio puede ser tu propia fuente personal de la juventud y, de seguro, te ayudará a mantenerte más saludable y de mejor humor. Y aunque sea sólo por esto último, vale la pena intentarlo, ¿no crees?
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