Practicar la jardinería y disfrutar de otras actividades al aire libre en el patio o en el jardín de la casa, como reuniones en familia y con amigos, puede ser muy entretenido y placentero, pero también tiene sus riesgos. ¿Es tu jardín un lugar seguro para ti y para tus seres queridos? Para que así sea, hay consideraciones que debes tener en cuenta para evitar accidentes domésticos que pueden arruinarte un lindo día junto a la naturaleza.
Tal como te hemos contado en otro artículo de VidaySalud.com, la jardinería puede ser una excelente forma de ejercitarte y mantenerte en forma mientras cuidas al medioambiente. Sin embargo, si quieres dedicarte a las actividades al aire libre, es importante que tomes algunas precauciones para evitar malos momentos. Más aún si luego de trabajar tanto en el jardín decides invitar a familiares y amigos a disfrutar de una exquisita parrillada.
Cuando practiques la jardinería, debes tener cuidado con los movimientos y las posturas que adoptes, para evitar lesiones en los músculos y en las articulaciones. La naturaleza también tiene sus riesgos. Por ejemplo, según estima la American Association of Poison Control Centers, todos los años más de 68 mil personas se envenenan a causa de plantas que, si bien en la mayoría de los casos no causan grandes complicaciones, más que un malestar estomacal o algún sarpullido (erupción) en la piel, sí pueden ser mortales para las mascotas y para los niños pequeños. Para evitarlo, antes de elegir las plantas que pondrás en tu jardín es importante que te asesores en el vivero donde las adquieras y que evites aquéllas que pueden ser peligrosas si se ingieren las hojas y/o las flores, como es el caso del laurel de flor, la datura, el oleandro (adelfa) y las semillas de ricino. En caso de duda, evita cualquier arbusto que produzca bayas o fresas (frutillas) que puedan atraer la atención de los niños y se las coman.
Por otro lado, cuando cortes el césped (pasto), no dejes que los niños te ayuden con la cortadora, es una herramienta que puede cortar todo a su paso. Aún si tienes un coche-cortadora (tractor), haz el trabajo tú solo y no dejes que los niños te acompañen sentados sobre tu regazo, ya que pueden caerse. Incluso, lo mejor es que estén alejados mientras realizas esta tarea, ya que la máquina puede enganchar alguna piedra u otro objeto que por más pequeño que sea puede salir disparado como un misil capaz de lastimar a cualquiera.
Guarda todas las herramientas de jardinería (tijeras, cuchillos, palas), así como fertilizantes e insecticidas en un lugar seguro. Todo eso debe quedar fuera del alcance de los niños y de las mascotas.
Otro peligro que merodea en el jardín son los insectos, que pueden transformarse en plagas que se deleiten con tus flores y con tus plantas. Para combatirlas, puede que te resulte práctico utilizar pesticidas. Sin embargo, debes estar alerta si alguien en tu familia es alérgico. Si es así, en vez de combatirlos con químicos puedes apelar a métodos más naturales. ¿Sabías, por ejemplo, que las aves e incluso algunos insectos pueden ayudarte en esta tarea? Asimismo, plantar especies oriundas de tu región, que son menos susceptibles de infectarse, también te puede ayudar.
Y si de insectos se trata, ¿quién no detesta lidiar con los mosquitos? Si bien a la mayoría de las personas sus picaduras no les causan más que una pequeña roncha, pero para algunas pueden ser un dolor de cabeza (en especial para los niños pequeños), ya que pueden generar reacciones alérgicas inesperadas, que hasta pueden convertirse en una emergencia médica.
Para protegerte, además de usar repelentes debes de tratar de eliminar cualquier resto de agua estancada, aun la bebida que quede en vasos que no se han utilizados. Si tienes fuentes decorativas o bebederos para las mascotas, recuerda renovarles el agua con frecuencia. Cuando se trata de una bañadera para aves, puedes colocarles un anillo flotante que elimina las larvas de los mosquitos pero no daña a los pájaros.
A la hora de las visitas, ten en cuenta algunos cuidados que pueden ayudarte cuando tengas que preparar la parrillada:
- Corrobora que la ubicación de la parrilla sea la adecuada. Los especialistas recomiendan que sea por lo menos a diez pies o tres metros de distancia del piso de madera, del lado de la casa y de las plantas colgantes.
- Al desechar brasas o cenizas, asegúrate de que estén bien apagadas. A veces son engañosas porque en la superficie se ponen blancas y parece que ya no hay fuego pero el calor se mantiene debajo y se reavivará al oxigenarse cuando las cambies de lugar. Antes de desecharlas, échales bastante agua fría para que el fuego se apague bien, y aun así nunca las coloques sobre el césped, pisos de madera u otro material que pueda incendiarse. Elige siempre superficies no inflamables, como el cemento, que estén despejadas.
- Ten cuidado con los alimentos que consumes y ofreces. Recuerda que la carne (esto incluye a las hamburguesas) debe estar bien cocida y las frutas y verduras bien lavadas, incluso aquellas que debas pelar antes de comer, como el limón y las naranjas, ya que desde la piel se pueden transmitir bacterias que causen reacciones inesperadas en tu salud y la de tus invitados.
Por último, con o sin invitados, si tienes piscina en tu casa no te olvides de poner una cerca (valla) protectora de mínimo cinco pies o un metro y medio de alto, para evitar que los niños y las mascotas se metan sin autorización. Y cuando la estén utilizando, siempre corrobora que haya algún adulto vigilando. Una buena idea es turnarse entre los presentes para vigilar en tandas de 20 minutos. También puedes colocar una alarma debajo del agua que sonará cuando algo que pese más de 18 libras u ocho kilogramos caiga al agua.
Con todos estos cuidados en mente, ahora sí puedes dedicarte a pasar una agradable tarde al aire libre, en casa, junto a la naturaleza y rodeado de las personas que más quieres.
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