Las razones son variadas, pero, desgraciadamente, debido a la pandemia del COVID-19, ya estamos viendo las consecuencias del retraso y/o la ausencia del cuidado médico en situaciones de emergencia y en el caso de las enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, la enfermedad crónica del riñón y otras. Aquí te explico la importancia de la detección temprana, del manejo de las enfermedades crónicas y qué visitas médicas no debes posponer.
Muchas personas padecen de problemas de salud crónicos. Esto precede a la pandemia del Covid-19. Se calcula que en Estados Unidos 6 de cada 10 adultos padecen de una enfermedad crónica. De hecho, el 90% de los gastos de salud en este país antes de la pandemia, eran para personas con problemas médicos y mentales de salud crónicos. Y las condiciones crónicas representaron 7 de las 10 principales causas de muerte antes de 2019.
De allí la importancia de prevenir y controlar estas condiciones que incluyen, entre otras, las enfermedades cardíacas, el cáncer, la diabetes y la enfermedad crónica del riñón. Curiosamente, estas condiciones son de las principales causas de muerte en EE. UU. además de aumentar el riesgo de contraer y sufrir un caso más severo de la infección por COVID-19.
La obesidad, el fumar, y recientemente, el aislamiento social, la pérdida del trabajo, la ansiedad y la depresión han sido problemas magnificados por la pandemia. Varios de estos han afectado más a las minorías.
Sabemos que el manejo de las enfermedades crónicas y su control salva vidas. El cuidado preventivo – la detección, las vacunas, la evaluación de la salud mental, de la vista y de los dientes – siguen siendo importantes. Dejar de fumar ayuda no sólo a disminuir el riesgo de contraer COVID-19, sino de cáncer del pulmón y de otros sitios. Incluso el acceso a una comida saludable es importante. Una nutrición adecuada previene infecciones y una serie de condiciones crónicas, incluyendo la obesidad.
De acuerdo con el Dr. Ned Sharpless, director del Instituto Nacional de Cáncer en Estados Unidos, uno de cada cinco hogares en Estados Unidos no ha recibido el cuidado médico que necesita. Aún cuando los riesgos de posponer los estudios por el miedo al virus del COVID-19 (incluyendo los que se necesitarían para la detección del cáncer o enfermedad del corazón, por ejemplo), son mucho menores a los beneficios.
De acuerdo con un estudio nuevo realizado por el Urban Institute en EE. UU., en septiembre del 2020 entre 4.007 adultos de entre 18 y 64 años, más de una tercera parte retrasaron los cuidados médicos o no vieron al doctor debido a esfuerzos por el paciente o los médicos de reducir la diseminación del COVID-19. Entre los adultos que pospusieron o no tuvieron cuidados de salud, el 32.6% dijeron que eso empeoró sus condiciones de salud o que limitó su habilidad de trabajar o de realizar sus actividades diarias. De acuerdo con los investigadores, “Estos hallazgos ilustran los efectos perjudiciales de retrasar o de abstenerse de los cuidados en la salud, el funcionamiento y el bienestar en general”.
En este estudio, los adultos con una o más condiciones crónicas tenían más probabilidades de haber retrasado o perdido cuidado médico (40.7% vs 26.4%). Y esto fue especialmente cierto para los pacientes con condiciones de salud mental.
El cuidado dental fue el cuidado de salud que los adultos retrasaron más o no recibieron debido a la pandemia (25.3%), seguido por visitas al doctor general o especialista (20.6%) y visitas de salud preventiva o pruebas médicas (15.5%), en el mismo estudio.
Volviendo a las visitas médicas que no debes posponer, son las siguientes:
- Cuidados de emergencia: La pandemia no es una excusa para retrasar ninguna condición que requiera atención de inmediato. En junio del 2020, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) encontraron que el 42% de las personas no iban al departamento de emergencias en las fases iniciales de la pandemia. Afortunadamente, las cosas han mejorado pero, todavía hay gente que tiene miedo de contraer COVID-19 a pesar de las precauciones que tienen en emergencias y en los hospitales.De acuerdo con el American College of Emergency Physicians (ACEP) los síntomas que requieren cuidados inmediatos incluyen: dificultad para respirar o falta de aire; dolor de pecho o de la parte superior del abdomen o presión en el pecho; mareo súbito o debilidad; lesión de la cabeza o de la columna; confusión o dificultad para hablar; y sangrado que no se controla. Las lesiones o caídas también deben evaluarse rápidamente.
- Dolor de pecho, falta de aire, problemas del corazón: Está dentro de los cuidados de emergencia. Los problemas del corazón siguen siendo una de las principales causas de muerte en EE. UU. y muchos países. En este país, en 2020 fallecieron 500,000 personas debido al COVID-19 y 655,000 debido a problemas cardíacos.Los hombres tienden a tener los síntomas típicos de dolor en el pecho y falta de aire con más frecuencia cuando tienen un ataque al corazón. Esta es una emergencia médica. Pero a veces, el dolor puede no ser tan intenso, puede ser intermitente y desaparecer cuando la persona se sienta o deja de hacer la actividad física. Esas molestias no deben ignorarse. Las mujeres tienden a ignorar estos dolores y a veces no buscan ayuda médica con la rapidez necesaria. Es especialmente importante si se tienen antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
- Detección del cáncer: La diferencia entre encontrar un cáncer tempranamente o un año después puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. La oportunidad para algunos pacientes es relativamente corta – sólo unos meses – entre más se tarden en hacerse la prueba de detección, si tienen algo, mayor será el sufrimiento y la pérdida de vidas.El cáncer puede estar mucho más avanzado e incluso puede haberse pasado a otros órganos. Si se tiene antecedente de haber tenido cáncer, riesgo de tener cáncer o historia familiar de cáncer, no hay que retrasar la visita.Un estudio publicado el verano pasado por el Instituto Nacional del Cáncer predice que habrá más de 10.000 muertes adicionales por cáncer del seno y colorrectal porque las personas no se hicieron los estudios de detección durante la pandemia. Y se esperan más muertes innecesarias de estos cánceres en los próximos dos años.
- Visitas regulares para problemas de salud crónicos: Por ejemplo, muchas personas a quienes les diagnosticaron hipertensión (presión alta) y les dieron tratamiento, se acaban las pastillas y, como se sienten bien, dejan de tomarlas y dejan de ir al médico. A la hipertensión le llaman “el asesino silencioso” porque puede no dar síntomas, aunque esté causando problemas en el cuerpo (dañando los vasos sanguíneos, el riñón, el corazón). Es importante asegurarse, además de limitar el consumo de sal a 2 gramos al día (leyendo las etiquetas de los alimentos empaquetados) y no agregando sal a los demás; de ir periódicamente al médico y tomar la o las medicinas que le receten.Lo mismo sucede con la diabetes tipo 2. La persona puede o no tener síntomas inicialmente pero, si no se trata y se mantiene el nivel de azúcar en la sangre cerca de los rangos normales, se estará causando daño en otros órganos (los ojos, los riñones, los vasos sanguíneos, las terminaciones nerviosas, el corazón, etc.).
- Visitas regulares para la evaluación de enfermedades por transmisión sexual (ETS): Aunque no se sabe la incidencia de las ETS actualmente, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, antes de la pandemia aproximadamente uno de cada cinco estadounidenses tenía una ETS. Los expertos consideran que se siguen difundiendo.Aunque la mayoría se pueden curar, algunas, como el VIH, sólo se controlan. Otras, sin tratamiento pueden causar enfermedad severa (que pone en peligro la vida) y algunas pueden causar infertilidad. De allí la importancia de la detección y el tratamiento oportuno.
- Visitas regulares para problemas de salud mental: Hay personas que padecían de ansiedad, depresión, enfermedad bipolar u otro problema que, como la hipertensión o la diabetes, requería visitas regulares y que necesitan seguimiento periódico. Y otras para quienes la pandemia fue la causante de la ansiedad y la depresión. Algunas personas incluso han caído en el problema del abuso de substancias o tenían este problema anteriormente y un especialista en adicciones y salud mental les estaba ayudando a salir adelante. En todos estos casos, es importante iniciar o continuar las visitas. Es mucho mejor obtener esta ayuda que terminar en una sala de emergencias o en una crisis con un desenlace fatal. Por cierto, si estás en un periodo de crisis, si has pensado en el suicidio, o conoces a alguien que lo ha mencionado, y de momento no cuentas con un especialista que te ayude y vives en Estados Unidos, puedes llamar a la Línea Nacional Para la Prevención del Suicidio al 1-800-273-8255. Si vive en otro lugar, ve a nuestro directorio de Recursos por País.
Algunas de estas visitas tienen que ser en persona, otras podrían utilizar la tecnología (usando un celular o la computadora) para tener una consulta por telemedicina. Pero la moraleja es: No retrases tus estudios de detección y las visitas que necesites. Desde luego, sigue las recomendaciones de salud pública (como usar mascarilla, distanciamiento social, lavarte las manos o usar desinfectante de manos, etc.).
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