- Volver a clases es un torbellino de emociones. Estar junto a nuestros hijos es clave para que puedan empezar de la mejor manera el año escolar. Discutir de la importancia que y cómo puede reajustarse la nueva rutina escolar puede hacer la diferencia.
- El inicio de un año escolar trae muchas dudas, pero también mucha alegría por ser parte de una comunidad que ha ido creando durante los años. Enfocarnos en eso les puede ayudar a manejar mejor la anticipación del inicio sin sentir un estrés que les impida poder sacar lo mejor de sí.
- Dejar un poco de lado las exigencias, o las presiones por lograr metas académicas es la clave, para que el niño solo sienta ganas de empezar de una vez.
Volver a clases después de las vacaciones de verano/invierno despierta una mezcla de emociones que van desde el entusiasmo hasta el nerviosismo, no solo en los niños sino también en los padres. Este periodo de transición trae consigo nuevos comienzos y desafíos únicos. Para sumergirnos en los aspectos psicológicos de este momento crucial, Vida y Salud conversó con Nicolás Navarro, psicólogo clínico con experiencia en el campo de las emociones en el entorno educativo. A través de su experiencia, nos brinda perspectivas y consejos clave para afrontar de manera efectiva para los primeros días de clases. En esta serie de dos partes, te acompañaremos durante las primeras semanas de clases, estableciendo así una base positiva para todo el año escolar por delante.
Abandonar una rutina no es fácil
- Las rutinas son estabilidad: “Son un conjunto de conductas o hábitos que proveen estructura a nuestra vida – indica el psicólogo-. Son la base de nuestro día y le da sentido a este”. Además, el profesional recalca que las rutinas son especialmente importantes para los adolescentes y niños, y esa transición de vacaciones a la rutina escolar puede ser muy difícil. “Obvio que les costará salir de ella porque les da sentido de identidad”, agrega.
- El transito desde las vacaciones: Los niños, aunque parezca desordenado, señala Nicolás, crean sus propias rutinas durante las vacaciones, haciendo complejo dejarlo al transitar hacia la rutina escolar. “La sensación de duelo es algo común y esperable en los niños”, apunta.
- Balancear las responsabilidades: “La forma en la que el sistema educativo está construido hace que a veces sea muy poco atractivo para los jóvenes; quizá a los niños más pequeños no les afecte tanto”, indica el experto. Es esencial, entonces, ayudar a los niños a entender que no todo será siempre estimulante o entretenido, y también entregándoles herramientas para manejar el estrés que viene con las responsabilidades.
Anticipación positiva
- Reducir la ansiedad por cumplir: “Sí desde las vacaciones les estamos diciendo que deben prestar atención, que este año sí deben responder mejor los exámenes, que desde el primer día deben estar estudiando, les lleva una ansiedad anticipatoria, y no querrán salir de su rutina actual”, agrega. Es mejor, para Nicolás, que se trabaje esto como los atletas se sienten antes del partido grande: “Si el proceso se va haciendo de apoco, el estrés bien gestionado puede llevarlos a sobrellevar esos primeros días con normalidad”.
- Enfocarse en la reunión: Centrarnos en recordar con los estudiantes la alegría que sentirán por reunirse con sus amigos y ser parte de las actividades compartidas, como las extracurriculares o los recreos. “Si el rechazo está con el establecimiento, o que realmente no quiere volver a donde ha estado por años, es importante descartar que se esté presentando un caso de bullying”, subraya.
- Yo también pasé por eso: Para el psicólogo es importante que la familia y amigos sean la red de apoyo. Compartir experiencias personales de volver a clases luego de las vacaciones puede ayudar a los niños a sentirse apoyados. “Comentarles a los jóvenes que también ustedes como adultos tendrán cambios en sus propias rutinas; es una buena forma de sentir que todos están en las mismas”, suma .
Reinserción lenta a la rutina
- Guiar en el retorno a la rutina: La principal sugerencia del profesional es usar ciertos ‘hitos’, como ir a comprar los útiles escolares, o el uniforme, como una oportunidad para empezar a hablar de cómo se siente con la vuelta a clase. “Darle la oportunidad de elegir cosas que le gusten le permitirá asociar el colegio con algo dentro de su zona de confort”, indica.
- Hacerlo con tiempo: Es clave entender que, para ser rápidos en adaptarnos a nuevas rutinas, primero tuvimos que aprender a hacerlo. “Los jóvenes van a querer estrujar las vacaciones hasta el domingo final, y no tiene nada de malo. Lentamente van a ir adquiriendo la rutina, no hay que ser tan estrictos”.
- Empoderar el cierre: Para Nicolás Navarro es importante preguntarles a los niños, ante la inevitabilidad del término de las vacaciones, cómo es que ellos quieren cerrar su ciclo. “Lograr negociar les hará sentir individuos que van ganando su independencia, además de ir aprendiendo a que la regulación del estrés es un viaje personal”, acota.
- No hay que hacerlo solo: Trabajen con otros apoderados para alinear las estrategias y compartir experiencia en las redes sociales de la escuela o de otros padres.
En nuestra segunda parte te hablaremos de cómo enfrentar las primeras semanas de clases, lo que nos ayudará a consolidar una base positiva para el año académico que comienza.
Por Carlos Diego Ibáñez
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